Rachida Dati. (Joel Saget/AFP) |
Al mismo tiempo que elige a conservadores moderados como Dati o Catherine Vautrin en Asuntos Sociales, Macron prescinde de algunos de los ministros del ala izquierda que en diciembre se rebelaron contra la adopción de la ley de inmigración por considerarla demasiado derechista. Y mantiene a pesos pesados del Gobierno como el titular de Economía y Finanzas, Bruno Le Maire, y del Interior, Gérald Darmanin, descontentos con el nombramiento del primer ministro Attal que, con 34 años, es el más joven de la V República. Le Maire y Darmanin, también procedentes de LR, figuran entre los aspirantes a suceder a Macron en las presidenciales de 2027...
Dati es un puro producto de la hoy cuestionada meritocracia francesa. Es hija de inmigrantes musulmanes en una familia de 11 hermanos. Su padre era obrero marroquí; su madre, una argelina que no sabía leer. Trabajó desde los 14 años, mientras estudiaba. Fue magistrada y después ministra de Justicia con Sarkozy entre 2007 y 2009. Hasta ahora era la jefe de filas de la oposición conservadora en el Consejo de París, la adversaria más acérrima de la alcaldesa, la socialista Anne Hidalgo.
Como Sarkozy, Dati entiende la política como un deporte de combate. No se muerde la lengua y busca el cuerpo a cuerpo. De un colaborador y amigo de Sarkozy, decía: "Es un facha cínico". Al ex primer ministro conservador François Fillon, que fue su jefe en el Gobierno, le calificó de "zumbado" (...), egocéntrico, frustrado, celoso". En 2021 describía así al parido de Macron, que agrupaba a antiguos miembros del Partido Socialista y de LR: "Son traidores de izquierdas y traidores de derechas". Su única lealtad conocida es a Sarko, como le llama ella, y por eso el nombramiento se ha interpretado como una victoria del expresidente, quien coloca a sus piezas en el nuevo Gobierno.
Marc Bassets. París. El País, viernes 12 de enero de 2024.
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