El músico presenta un disco con la ayuda del exanalista de la NSA. "Estoy sentado en una terminal del aeropuerto Charles de Gaulle de París, miro alrededor y solo veo zombies". Jean Michel Jarre (Lyon 1948), uno de los padres de la música electrónica, parece estar perdiendo la fe en nuestra raza. "Míralos, concentrados con sus móviles, sin hablar con nadie, pensando que están conectados al mundo cuando en realidad están solos". En la media hora de charla telefónica mantenida mientras se dirigía al aeropuerto, se ha mostrado dicharachero. Incluso, al retomar la conversación tras pasar el control de seguridad, ha bromeado ("Estoy hablando contigo mientras me visto, no entiendo porque hay que quedarse medio desnudo para pasar por ese detector de metales"). El contacto con la humanidad ha moderado la felicidad que parecía darle hablar de su nuevo disco Electronica Vol.2: The Heart of Noise. El álbum se presentará en directo en Barcelona el 17 de junio dentro del Sónar. En él colaboraron Pet Shop Boys, Cindy Lauper, Julia Holter y cuenta con la aparición estelar del exanalista de la NSA Edward Snowden. Un trabajo que expresa las dudas del padre de la electrónica sobre el futuro de los humanos y las bondades del progreso tecnológico. "Siempre pasa lo mismo . No aprendemos. Cuando aparecieron los coches, nos emocionamos; cuando apareció la televisión, lo mismo. No fue hasta mucho más tarde cuando nos dimos cuenta de que cada avance tecnológico trae consigo un lado oscuro. Pero nos negamos a verlo", apunta el francés en referencia a un tema que le obsesiona: el mal uso de los datos registrados en Internet y la tentación de abusar de ellos en la que parecen caer ciertos gobiernos. "Tiene idea de cuanta gente puede estar escuchando esta conversación?, pregunta antes de relatar que se puso en contacto con Snowden. "Contacté con la gente de The Guardian. Tuvimos una conversación por Skype de hora y media y hubo mucha sintonía. Me inspiró para crear una música. Luego fui a Moscú a enseñársela y armar su participación en el tema. Siento admiración por lo que ha hecho y por cómo no quiere ningún premio por ello. Cree que era su deber, no desea admiración, ni fama, ni fortuna". "Es un disco tan en sintonía con lo que creo que son los tiempos que vivimos, que habla sobre lo que me inquieta y que debería inquietarnos a todos. Cuando lancé Oxygène (1977) casi nada hablaba de ecología, hoy todos los políticos lo llevan en sus programas"....Mientras la megafonía informa que su vuelo está listo para embarcar. "Ahí van los zombies. Confio en que se levanten y luchen. Si no lo creyera, en vez de hacer música, me iría a pescar".
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