A dos horas en tren de Barcelona y a cinco de Madrid, la primera colonia romana de la Galia, ofrece 300 días de sol al año, un canal para pasear en barco, playa y un mercado hasta arriba de ostras, vino y paté. Da igual el día de la semana que sea. A eso de las 12 del mediodía, alrededor del puesto de Chez Babelle del mercado gastronómico cubierto de Les Hallesen Narbonne (sur de Francia: a apenas 100 kilómetros de la frontera con España), comienza a arremolinarse gente y más gente. Y entonces aparece él, el propio Bebelle, y comienza el espectáculo. O el lanzamiento desde la carnicería de enfrente -al más puro estilo rugby : dato importante; ahora contamos por qué- de entrecots, chuletones, solomillos y todo tipo de viandas no aptas para veganos. Altavoz en mano, suena el nombre del comensal, caza el paquete al vuelo y directo a la plancha. Y de ahí al plato. Y todo inmortalizado con el móvil por los espectadores. Ahora sí. Hay que explicar que en esta zona de Francia el rugby es lo más. Tal cual. Ni fútbol ni baloncesto, ni gaitas. Rugby. Y Bebelle (es su apodo, su nombre real es Gilles Belzons) es una de las estrellas de este deporte en el país vecino. Por si fuera poco, protagonizó la última edición gala de Supervivientes (aquí La isla ), razón de sobra para que su puesto del mercado más famoso y apetecible de la ciudad (atención abre los 365 días del año) sea también el más concurrido. Hay muchos más, ya sea para comprar y llevar o para devorar allí mismo: de ostras, sardinas, quesos, patés, aceitunas, macarons, fruta fresca, vinos locales...Hasta de platos precocinados, cuscús o tomillo. Y todo, bajo una clásica estructura de hierro de 1901 al estilo Baltard. La fachada aparece cubierta con una gigantesca foto en blanco y negro de los comerciantes que alternaban por el mercado en aquella época. Su interior no es nada pretencioso ni turístico, como uno esperaría antes de pisarlo. Al revés. en los puestos de toda la vida igual compra romero una ama de casa local que bebe un vino ecológico una pareja de españoles en ruta por la zona, la de mayor coeficiente de días de sol al año de Francia: 300.... Narbonne pertenece a la región Languedoc-Rousillon y cuenta con 52.000 habitantes. Por su ubicación entre los Pirineos y los Alpes, a caballo entre España e Italia, se convirtió en la primera colonia romana de la Galia bajo el nombre de Narbo Martius, llegando a ser su capital. Su estela romana con 2.132 años de historia sigue en la muralla "un auténtico museo al aire libre", según el escritor Prosper Merimée, el de Carmen. Luego estaría el MuseoArquelógico, abierto dentro del señorial Palacio de los Arzobispos. Y el Horreum, o la única galería subterránea de la era romana que sigue en pie en Europa. En una esquina de la Plaza del Ayuntamiento, en la que se conservan los restos de la Vía Domitia, está la Catedral, una de las más altas de Francia, con sus bóvedas a 41 metros de altura. La visita continua en el Canal de la Robine, afluente del de Midi, patrimonio de la Unesco. Hay que acercarse también al Puente de los Comerciantes, de origen romano y uno de los pocos habitados de Francia. A Narbonne no le falta ni una playa estupenda de arena fina y aguas turquesas a solo 15 kms. del centro. A 35 minutos de coche está Carcasonne, una preciosa ciudad medieval amurallada perfecta para poner el punto final.
Isabel García. Viajes, El Mundo, 26 de abril de 2016
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