Un mes después de su creación, el movimiento francés de la Nuit Debout busca su camino a seguir. Sus promotores plantean conver-ger con los sindicatos pero la idea no convence."Cuando esto empezó todos se preguntaban cuánto tiempo aguantaríamos", recuerda una joven de la intersindical estu-diantil al micrófono. Son las siete de la tarde en la plaza de la República de París. Después de una nueva jornada de protesta contra la reforma laboral, más de un millar de personas participaban el jueves en la asamblea que se celebra cada día desde el 31 de marzo en el marco del movimiento Nuit Debout (Noche en pie). "En este tiempo hemos demostrado que tenemos mucha determinación y energía, lo único que necesitamos es un plan de batalla", concluye la joven. El movimiento Nuit Debout , que ha entrado en su cuarta semana, ha logrado consolidarse en la simbólica plaza, donde la movilización no disminuye pero se ha estabilizado. Como otras muchas en el país, una quincena de ciudades del extrarradio parisino se han adherido, pero con poco éxito de asistencia, una asignatura pendiente del movimiento, acusado de estar formado por jóvenes blancos de clase media. Un mes después de su creación, NuitDebout busca sobre todo qué camino seguir. Sus principales promotores proponen una convergencia con los sindicatos, aprovechando el 1 de mayo para tumbar la reforma laboral y evitar que todo se diluya sin alcanzar ningún resultado concreto. El jueves, en la plaza de la República estaba invitado el secretario general de la Confederación General del Trabajo Philippe Martínez, para escenificar ese acercamiento. Pero la propuesta no convence en un movimiento que ha convertido su horizontalidad en seña de identidad y cuyas reivindicaciones superan la reforma laboral. "Internamente es un debate sensible", admite Jules de 25 años, de la comisión de acogida y coordinación. "Nuestra idea es tratar de hacer confluir las luchas, pero tenemos que velar por que haya colaboración pero manteniendo la autonomía. Tenemos que permanecer autónomos, autogestionados y no depender de sindicatos ni partidos", concluye. "No nos queda otra que unirnos, si nos juntamos sindicatos y NuitDebout podemos meterele miedo al poder", considera Marc Lenders, funcionario de 36 años que participa en la Nuit Debout desde su inicio.....
Ana Teruel. París. El País, sábado 30 de abril de 2016
No hay comentarios:
Publicar un comentario