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Châteaux de Chambord |
En ruta hacia el Atlántico, sin perder de vista el curso del Loira, encontramos el château más famoso y más visitado de la colección: el de Chambord, levantado en el centro de un bosque amurallado de 5.400 hectáreas en cuyo interior cabría toda la ciudad de París. La construcción del castillo no fue menos superlativa y supuso todo un desafío arquitectónico en el que se cree que intervino el mismísimo Leonardo da Vinci. Aquí venían Francisco I y Luis XIV para meditar sobre el futuro del reino, pero sobre todo para cazar, para dedicarse a las artes amatorias y para dejarse ver enfundados en sus mejores ropajes...En una región en que existe semejante competencia patrimonial, no es de extrañar que los distintos châteaux traten de ofrecer algo que sea exclusivo e original. A pocos Kilómetros de Chambord el castillo de Chaumont-sur-Loire quiso diferenciarse del resto programando cada año el festival internacional de los jardines. Desde hace veinticinco primaveras un ejército de arquitectos, botanistas, artistas plásticos, jardineros y diseñadores transforman periódicamente el recinto y lo convierten en esa gigantesca exposición de arte contemporáneo. Ello contribuye a que no solo los turistas acudan al castillo, sino también los vecinos de la región, quienes no quieren perderse la metamorfosis anual que sufre este emblemático en clave. También para atraer visitantes, muchos de los châteaux completan su oferta cultural con propuestas gastronómicas al más alto nivel. Chaumont-sur-Loire tiene Le Grand Velum, un coqueto restaurante de autor que utiliza hierbas y flores del jardín para aromatizar sus creaciones culinarias. También el más femenino de los castillos, el de Chenonceau -que entre otras reinas perteneció a Catalina de Médicis- cuenta con un chef con estrella Michelin que firma su menú en L'Orangerie. Servir un buen vino no es difícil en esta región , en la que también los viñedos se incluyen dentro del Patrimonio de la Unesco. De hecho, el valle del Loira es la zona de Francia que produce más variedades de vino distintas, su escueto territorio incluye cincuenta appellations y denominaciones de origen. Una última visita a este Loira levantado por los poderosos es Villandry, que sigue perteneciendo a la misma familia desde hace 110 años. Fue un adinerado médico extremeño, Joaquín Carvallo, quien lo adquirió en 1906 y lo coló con una extensa colección de pintura española del Siglo de Oro. Sus sucesores más aficionados a la botánica que al arte, diseñaron unos jardines monumentales en los que crecen alrededor de 60.000 plantas y árboles.
Kris Ubach. Lonely Planet Traveller. Enero 2017
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