La adaptación al cine por el director Xavier Dolan (Montreal, 1989) de la obra de Jean-Luc Lagarce Solo el fin del mundo nos lleva de nuevo al ruido y la furia de las rencillas familiares. Su protagonista Louis, un autor de éxito, regresa al hogar familiar tras doce años de ausencia para comunicar a sus allegados que ha contraído el sida y que su muerte está próxima, pero los conflictos larvados y la verborrea del clan lo enmudecen. La primera incursión internacional de este niño prodigio del cine llega ahora a nuestras pantallas con un reparto integrado por la primera liga del cine galo. Gaspard Ulliel se mide con Vincent Cassel, Marion Cotillard, Léa Seydoux y Nathalie Baye. Unos personajes sulfurados que paradójicamente, solo alcanzan a comunicarse a través de las miradas. Xavier Dolan tuvo que releer la obra de Lagarce que no entendía del todo."Todo se reveló una vez superado el primer monólogo, cuando el personaje entra en casa. De repente ahí estaban el subtexto, los detalles....Las palabras encajaban y me resultaban conmovedoras. Los personajes estaban anegados, eran tristes y agresivos. Había tanto dolor en ellos, vivían en una insatisfacción que se volvieron más interesantes que cualquier héroe sonriente y carismático".... "La obra, como la película, está llena de palabras y palabras, pero lo que dicen los personajes no importa. Lo verbalizan todo salvo lo realmente relevante". ... "El silencio lo es todo porque es una rareza. Todos esos silencios estaban en la obra, puedes percibir el potencial para los personajes, puedes leer entre líneas los secretos, los murmullos, la respiración, quién mira a quién"...."Llegó un momento en el que los personajes hablaban tanto que tuve que permitirle escapar. Así que introduje la nostalgia, la melancolía y los recuerdos de la infancia habituales de mi cine". Begoña Donat. El Cultural, 6-1-2017
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