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Max Gallo |
El escritor, académico y político francés Max Gallo, autor de más de un centenar de libros, ensayos y biografías, falleció el pasado 18 de julio a los 85 años en su segunda residencia en Cabris, en el sur de Francia. Gallo sufría parkinson desde hacía dos años, cuando había anunciado públicamente su enfermedad. "Uno se cree inmortal, pero descubre que no lo es", lamentó en una entrevista radiofónica. Gallo habrá sido uno de los historiadores más populares de Francia de las últimas décadas, que celebró sus biografías dedicadas a personajes como como Napoleón, o De Gaulle. De la primera, una vasta saga en cuatro volúmenes, llegó a vender un millón de ejemplares. Gallo nació en 1932 en Niza en el seno de una familia de inmigrantes italianos de origen modesto, pero que le leían La divina comedia a la hora de acostarse. Más tarde atribuiría a esas lecturas nocturnas su pasión literaria. Su mayor éxito llegó con La bahía de los ángeles, extenso relato histórico dedicado a su ciudad natal.... Escribía inspirándose en documentos históricos, pero los adaptaba con los métodos narrativos propios de una novela. Así llegó a concluir numerosas biografías, entre las que figuran obras dedicadas a Julio César, Robespierre, Victor Hugo o Jean Jaurès. Gallo fue también un apasionado la política, que ejerció activamente hasta hace pocos años.....Inició su andadura en el Partido Comunista francés que abandonó en 1956. A finales de los setenta ingresó en el Partido Socialista que el futuro presidente François Mitterrand acababa de unificar. Fue diputado entre 1981 y 1983, y portavoz del Gobierno. En 1984, eurodiputado. En 1993, uno de los impulsores del Movimiento Republicano y Ciudadano (MRC) que reunía a los soberanistas de izquierdas bajo la batuta de Jean-Pierre Chevènement. En 2007 sorprendió al convertirse en una de las personalidades de izquierda que apoyaron al candidato conservador Nicolas Sarkozy frente a Ségolène Royal. Firme defensor del modelo republicano y enérgico valedor de "una Francia orgullosa de si misma", Gallo se consideraba a sí mismo el resultado de la meritocracia de la escuela pública. En 2007 ingresó en la Academia Francesa, poniendo fin a su marginalización gradual en el mundo intelectual francés. Se opuso con rotundidad a las llamadas leyes de memoria histórica, pensadas para reparar el papel de Francia en los momentos menos gloriosos de su pasado. El presidente francés Emmanuel Macron, rindió homenaje a "un hombre de compromiso político" y el portavoz del gobierno, Christophe Castaner lo definió como "un narrador esclarecedor del relato nacional"...
Alex Vicente. El País, miércoles 26 de julio de 2017
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