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Louvre Abu Dhabi de Jean Nouvel |
El arquitecto francés inaugura este miércoles su Louvre Abu Dhabi, catedral del arte en los Emiratos Árabes Unidos, donde reinterpreta elementos tradicionales de la cultura islámica como la bóveda y la medina. En esta realidad alternativa las plantas y los cactus californianos habrían teñido su fachada de un verde incandescente. En el 10.ooo de Santa Mónica Boulevard, en la frontera oeste de Beverly Hills, deberían haber lucido un imponente rascacielos de 45 plantas, anunciado en 2008 como el último proyecto de quien entonces parecía el arquitecto del momento. Jean Nouvel (Fumel, Francia, 1945) se acababa de alzar con el premio Pritzker, máxima recompensa existente para un arquitecto vivo. Su agenda rebosaba de proyectos en todo el mundo occidental. Hasta que la llegada de la crisis de las subprimes, sólo seis meses después, dejó en suspenso todos sus planes de futuro. "Fuí el primer arquitecto que se enteró", recuerda esta esfinge de look budista y grueso acento del suroeste francés en un despacho acristalado de su agencia parisiense. Si tuvo este privilegio fue porque, una tarde de septiembre de 2008, le llamaron para anunciarle el hundimiento de Lehman Brothers, de quienes dependían las finanzas de la promotora de su torre verde. Entendió de inmediato que su edificio no vería la luz, pero que también la economía de medio mundo iba a dar un vuelco drástico. También su carrera vivió algo parecido a un terremoto. Mientras el centro económico del mundo se desplazaba hacia la antigua Ruta de la Seda, también lo hizo el propio Nouvel. De contar con un 40% de encargos en España, pasó a trabajar en las economías antiguamente conocidas como emergente y en otras que ya llevaban tiempo consolidadas como China, Qatar o los Emiratos Árabes Unidos. "La crisis me llevó a trabajar en países donde puede que nunca hubiera trabajado", reconoce. El primer resultado visible de esta década de deslocalización geográfica llega con el Louvre Abu Dhabi, museo universal de las civilizaciones que inaugurará el próximo miércoles el presidente francés Emmanuel Macron, en la capital de los Emiratos Árabes Unidos. Dentro de una semana quedará abierto al público, dejando a la vista una colección de 600 obras pertenecientes a todas las culturas del planeta, que expondrán usando un método comparativo. El objetivo no es solo atraer a miles de nuevos visitantes hacia este opulento rincón del golfo Pérsico, sino también abrir un diálogo intercultural que provoque otro tipo de efectos. Nouvel aspira a que el nuevo Louvre sea algo más que un lugar donde ver arte. "En el siglo XXI, un museo no puede ser una caja cerrada con llave. Me inspiro en el concepto griego del ágora, entendido como un lugar donde se produce un intercambio de ideas", añade...
Álex Vicente. Babelia. El País, sábado 4-11-17
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