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Elisabeth Moss y Ruben Östlund |
Ruben Östlund es el director de The Square/La Plaza, la película ganadora de la Palma de Oro en la última edición del Festival de Cannes y una reflexión sobre la desconfianza. Hay películas que se parecen tanto a su director que una simple entrevista podría pasar por una toma descartada de uno de sus trabajos. Ruben Östlund habla como sus personajes, razona como ellos, provoca al interlocutor de la misma manera y, llegado el caso, hasta se equivoca exactamente igual que cada uno de los protagonistas: siempre hombres ligeramente superados por las circunstancias y completamente incapaces de entender la debilidad que los define. "Soy sueco y hombre y eso es una doble responsabilidad. Además de presión. Es como ser dos veces un privilegiado en una sociedad como ésta", dice mitad enigmático, mitad divertido. The Square/La plaza es la más brillante provocación del año . Intentar resumir su argumento, su intención, siquiera la idea que la anima y le da sentido se antoja algo quizá descabellado. Según el momento del día, el propio Östlund ofrece una doble versión de lo que la motivó. Primera versión: "Mi padre me contaba que de niño su madre -es decir, mi abuela- le dejaba en la calle con un papel donde ponía su nombre y la dirección. Eso bastaba. El contrato social era que los adultos protegían a los niños. Ya no ocurre". Segunda: "En 2008, hace nada, se construyó en mi país la primera área residencial completamente vetada a nadie ajeno a ella. Que el principio de la vida en común sea la desconfianza a los demás fue un shock". Y, en efecto, sobre estas dos ideas aparentemente inconexas se levanta una película sobre la crisis del principio de confianza, sobre la naturalidad con que aceptamos y justificamos la desigualdad, sobre la distancia entre lo que somos y lo que creemos ser, sobre la hipocresía y hasta sobre la lacerante irresponsabilidad de los medios de comunicación ...
Luis Martínez. El Mundo. Papel, viernes 10 de noviembre de 2017
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