Transcurrido medio siglo, 1968 se revela con un destello intenso en la memoria colectiva y no sólo, como se lee a veces por ahí, a causa de los adoquines volátiles de París y el mes de mayo. Es cosa sabida que nada ocurre suelto. 1968 tuvo sus antecedentes, su prolongación y sus consecuencias; pero esa cifra para algunos mítica, para otros fuente de reprobación y discrepancia, parece constituir una bisagra de la Historia. Fué, sí, una época de sexo, drogas y rock and roll, de hedonismo y aventuras de libertad y rebeldía, pero también un año sangriento. A comienzos de aquel año los ojos estaban puestos en Ciudad del Cabo, donde un cirujano llamado Christian Barnard practica una operación de alto riesgo. No era la primera vez que Barnard procedía aun trasplante de corazón...El paciente, sin apenas perspectivas de vida antes del trasplante, será dado de alta al cabo de 74 días y vivirá año y medio con su nuevo corazón. La medicina ha abierto una nueva puerta de esperanza.
En China persiste una gran orgía de sangre llamada Gran Revolución Cultural Proletaria, instigada por el dictador Mao, quien a fuerza de asesinatos y ejecuciones lograra hacerse con el control exclusivo del Partido...Vietnam es por entonces como Biafra, escenario de otra escabechina. La superioridad militar estadounidense no conduce a la rápida victoria vaticinada por el presidente Johnson; antes al contrario, 1968 supone un giro cualitativo en las operaciones bélicas que preludia el desastre que aquella remota guerra deparará a los EEUU ... 1968 es asimismo un año salpicado de atentados. El líder estudiantil alemán Rudi Dutschke sobrevive en Berlín, con heridas graves, a los disparos de un fanático anticomunista. Menos suerte tiene un soñador llamado Martín Luther King, en Memphis, a donde había llegado días antes para apoyar a los recogedores de basura en huelga...En junio cae Robert Kennedy, víctima también de otro asesino dicen que solitario...
King y Kennedy son víctimas más famosas que un modesto guardia civil de tráfico que un día de junio de 1968 , a los 25 años de edad, muere tiroteado mientras regulaba el tráfico cerca de Villabona (Guipúzcoa). Su nombre: José Antonio Pardines Arcay. Pasa por ser la primera de las más de 800 víctimas mortales de ETA. También en otros países de Europa se perfilan organizaciones dispuestas a alcanzar sus objetivos por la vía del terror: la banda de Baader-Meinhof en Alemania Occidental; las Brigadas Rojas en Italia.
Otra constante de 1968 son las revueltas estudiantiles. Los hijos de clase media se alzan contra un estado de cosas vigente desde la Segunda Guerra Mundial. El mal es, en su opinión, intrínseco al sistema, al que se asocia con la opresión, el racismo, la alienación sexual, el colonialismo...Es hora de romper tabúes y establecer normas distintas de las impuestas por la generación de los padres... 1968 es el año de los Juegos Olímpicos de México...Es el año de la famosa foto de la Tierra desde el espacio, del La,la,la de Massiel en Eurovisión y del primer ratón del ordenador...Hay que reconocer que 1968 fue un año tan abundante en acontecimientos como para marcar un ante y un después en la historia reciente de la especie humana.
Fernando Aramburu. El Mundo, domingo 11 de febrero de 2018
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