sábado, 9 de enero de 2021

Coco Chanel: 50 años sin la creadora total

Ahí sigue la pantera de la moda, medio siglo después de su muerte. La recordamos con su vestido negro y perlas al cuello. Menuda y flaca. Fumando con mirada de desafío y la respuesta siempre a punto. Las tenía de todos los colores, para cualquier ocasión: "Nadie ha dicho jamás a Coco Chanel lo que debía pensar, "La moda pasa, el estilo permanece", "Una mujer con buenos zapatos nunca está fea"...

Coco Chanel nació en Saumur (Francia) en 1883 y murió el 10 de enero de 1971 en París. Se creyó tan poderosa que quiso cambiar su vida, borrar su pasado de hija ilegítima de lavandera y vendedor ambulante. La madre murió (¿de tuberculosis, de tisis?) cuando ella tenía 12 años y fue entonces cuando el padre la internó en el convento de Aubazine, nunca más se supo de él. En el orfanato empezó a sobrevivir  bajo la férrea y fría disciplina de las monjas. El uniforme que vestía era blusa blanca y falda plisada negra.

El alcance de su audacia en el mundo de la moda en los años en que las artes descubrían el surrealismo y Picasso era su mayor hechicero es difícil de perfilar desde la mirada actual. Hace un siglo, cuando se empezó a modernizar el mundo tras el trauma de la Primera Guerra Mundial y la confusión era moneda corriente, Coco Chanel pisó como muy pocos el acelerador.

"Oficialmente liberó a la mujer del corsé". Tanto a ella como al diseñador Paul Poiret se les atribuye este mérito, pero Coco va más allá. Democratizó la moda femenina. La hizo sencilla, para que las chicas pudiesen vestirse solas sin ayuda de doncellas. Utilizó el material de punto, hasta entonces reservado a la ropa interior masculina. Cambió los códigos rígidos. Les dió la vuelta. Fue la primera en trabajar el concepto unisex. Fue y es la más revolucionaria en el mundo de la moda". Así de rotundo valora Teresa Iturralde, la jefe de la moda de la revista Yo Dona, aquella revolución que emprendió Coco Chanel.

Un libro desvela ahora sus comienzos, que recuerdan los de Charle Chaplin. Las hermanas Chanel (Espasa), de Judith Little, dibuja con tintes novelescos, de heroína a su pesar, cómo se hizo así misma. Cómo espero el regreso del padre, la difícil convivencia en el internado con adolescentes de pago, el descubrimiento de las puntadas casi invisibles, la costumbre de llevar trigo en el bolsillo como superstición heredada como esperanza de prosperidad...

Manuel Llorente. El Mundo, viernes 8 de enero de 2021.

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