miércoles, 29 de junio de 2016

El nuevo corazón de París

La Canopée de les Halles, el Museo Picasso y el de Victor Hugo, tres puntos neurálgicos en Le Marais. Sin duda es el distrito más dinámico de París. Antes de que el postureo gay lo pusiera de moda, ya era sede de reclamos culturales de mucho peso, además de galerías de arte o tiendas elegantes. En eso el barrio de Le Marais no hace sino acentuar unos rasgos que le caracterizan de antiguo. Desde el siglo XVII fue un territorio aparte, señorial y sólido, trabado por hôtels/palacetes que se han conservado en abultado número; con sus arcos ampulosos de entrada, sus patios y jardines interiores, sus cercas herméticas que dotan a las callejas circundantes de una atmósfera de misterio. Uno de esos palacetes es el Hôtel Salé, llamado así por albergado en el siglo XVIII negocios vinculados con el comercio de la sal. Desde 1985 ha albergado el Museo Picasso de París. Cerrado durante varios años para una reforma en profundidad, en octubre de 2014 abrió de nuevo sus puertas al público con una respuesta entusiasta: se espera rebasar en breve el millón de visitantes al año. Este año ofreció la primera exposición temporal dedicada a otro español, Miquel Barceló. Hasta el 31 de julio, la muestra Miquel Barceló, Sol y sombra reúne un centenar de pinturas, esculturas, cerámica y obra en papel del artista mallorquín. Trabajos en los que se trasluce cierta afinidad con el pintor malagueño, algunas de cuyas obras se incluyen como contrapunto en el discurso expositivo, así como fotos comparativas de los estudios de ambos artistas. La reforma cambió el aspecto y distribución de los espacios, pero además ha sumado elementos nuevos, como el patio (imprescindible en estos tiempos de colas y de medidas de seguridad exhaustivas), el jardín o incluso los desvanes abuhardillados, que se han destinado a la parte más íntima del museo, la que da cobijo a fotos y documentos, así como a cuadros de colegas de la propia colección del pintor (Matisse, Cézanne, Gauguin, Braque, Miró...). Más importantes que los cambios arquitectónicos  ha sido, claro está, el nuevo concepto museístico, la forma de estructurar y dar fluidez a los contenidos, bajo las premisas del nuevo director, Laurent Le Bon. ... Algo que diferencia a este de París de otros museos Picasso es la colección documental. Picasso dejó al morir unos 200.000 documentos que han venido a parar al museo y que, dado su volumen de importancia, están destinados a un futuro centro de investigación picassiana.... El presidente Hollande, al iaugurar las nuevas instalacciones, resumió bastante bien la sensación con que los visitantes vuelven a la calle:"Uno sale de este museo siendo más inteligente que cuando entró"...
Carlos Pascual. El Viajero. El País, martes 17 de junio de 2016 

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