jueves, 30 de junio de 2016

El nuevo corazón de París, 2

Hôtel de Rohan-Guéménée
Menos colas en la Plaza de los Vosgos (a pesar de ser gratuito) para la casa museo de Victor Hugo, a pocos paso del Museo Picasso. Se trata esta vez del Hôtel de Rohan-Guéménée, camuflado en un ángulo de la Plaza de los Vosgos (antigua Place Royale), una de las más bellas y armoniosas de París. Allí alquiló Victor Hugo un piso de 280 metros cuadrados, por una renta anual de 1.500 francos. Se lo podía permitir. Cumplidos los 30 años ya había conocido el éxito de Hernani y Notre Dame de París; así que allí se instaló con su esposa, Adèle, y sus cuatro hijos y allí comenzó a escribir algunas de sus páginas más celebres, como Los miserables. Ocupó el piso 16 años, pues luego se metió en política, y eso le llevó al exilio, del que regresaría, ya viudo, 20 años después. Para los españoles que visitan París, esta casa debía ser visita obligada. Victor Hugo vivió de pequeño en España (su padre fue gobernador en 1812, de José I, Pepe Botella ) y volvió a la península en alguna ocasión. Pero, sobre todo mostró una enorme curiosidad por todo lo español, y así lo reflejó en algunas de sus obras más celebradas como la exitosa Hernani, Ruy Blas o Torquemada. Al interés de poder sorprender la intimidad del escritor se suma el hecho de que una de las plantas del edificio se destina a exposiciones temporales, sobre aspectos de algún modo relacionados con su obra o su figura. La gran cubierta. Y en el corazón mismo del barrio, en abril se inauguró lo que sin duda está destinado a convertirse en un nuevo icono de la capital: la Canopée, del arquitecto Patrick Berger. Un proyecto como la copa de un pino. Y valga la expresión porque la palabra canopée (sin equivalente exacto en español) designa la copa o cubierta vegetal de un bosque. Y eso es exactamente la inmensa plancha de cristal que como una hoja translúcida se confundirá con la cima de los árboles para cubrir el patio o ágora de Les Halles, el antiguo mercado central que Balzac llamó "el vientre de París" (la gente joven puede hacerse una idea de cómo era en la película de Willy Wilder Irma la dulce, con un sufrido Jack Lemmon cargando bueyes a sus espladas). En el trou (agujero) que dejó su demolición ha funcionado hasta ahora el Forum des Halles, como una especie de complemento al contiguo Centro Pompidou. Ahora todo cambia. La Canopée se apoya por sus bordes en nuevos edificios que albergan biblioteca, conservatorio de música, salas de deporte y otras instalaciones culturales o de ocio. El protagonista es sin duda el patio (sic), rodeado de tiendas, cines, cafés, un laberinto de escaleras mecánicas y seis puertas de acceso. Cubierto todo por esa hoja inmensa de cristal con nervaduras de acero que va a ser el icono parisiense de los nuevos tiempos.
Carlos Pascual. El Viajero. El País, viernes 17 de junio de 2016

El nuevo corazón de París, una buena visita para las vacaciones que empiezan. Que las disfruten. Leer y tejer se despide hasta agosto.

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