jueves, 16 de junio de 2016

Elogio de las fronteras

Régis Debray
El filósofo y escritor francés Régis Debray, autor de la Revolución en la revolución (1967) ha visitado Madrid para presentar en la Feria del Libro su último ensayo, Elogio de las fronteras (Gedisa), en el que defiende los límites entre los estados y los compara con la piel humana: no un muro, sino un filtro que regula los intercambios entre lo de dentro y lo de fuera. "Si yo soy débil y mi vecino es fuerte, una frontera reconoce la igualdad de derechos y consagra el respeto mutuo", defiende. La extensa obra literaria y de pensamiento de Régis Debray (París, 1940) se remonta a la publicación en 1967 de Revolución en la revolución, de algún modo el fruto intelectual de su participación en la Revolución cubana y de sus andanzas con el Che Guevara por Bolivia, que como se sabe terminaron con la captura y muerte del guerrillero. A aquel libro han seguido varias decenas de obras, bastantes de ellas sobre América Latina, muchas de teoría política y algunas acerca de mediología, que viene a ser una teoría general sistematizada por el propio Debray, sobre la transmisión cultural y los medios de comunicación. En su último ensayo, en una época en la que impera más bien lo sans frontières sostiene que la frontera es la civilización, la igualdad."Es, al mismo tiempo puente y puerta (cerrada). En sí misma, una puerta no está mal: si tienes un apartamento sin puertas, para no quedar expuesto a la ley del más fuerte no te queda más remedio que convertirlo en fortaleza. Yo abogo por las puertas entreabiertas, consentimiento por ambas partes"....En la entrevista que concedió al mundo el escritor aborda otras cuestiones: el proyecto europeo. el multiculturalismo, la globalización tecnológica y económica frente a la fragmentación cultural. Con respecto al marxismo reconoce que forma parte de su bagaje: "No reniego de él.... creo que hay que ser un poco marxista para entender el mundo pero su gran falta ha sido no haber tomado en serio la cultura, esto es, la religión, el idioma, las identidades culturales.....Digamos que el marxismo es necesario pero no suficiente. Mi referencia a este respecto es Walter Benjamin, quien pretendía reconciliar el marxismo económico y la tradición cultural. Benjamin, Pasolini, Orwell eran hombres que no escupían sobre el pasado y que sintieron como suyo el deber de asumir cierta tradición pero quedando al lado de los débiles".
P. Unamuno. El Mundo, martes, 14 de junio de 2016

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