domingo, 21 de mayo de 2017

Despedida a los alumnos de la promoción 2011-17

... Toutle bonheur du monde es lo que os deseo en  mi nombre y en el de los 
profesores que estamos aquí.
Queridos alumnos, queridas alumnas: Antes de nada quiero agradeceros que hayáis pensado en mí como madrina de la promoción de este curso. Por dos motivos: El primero porque después de 37 años en este centro, es la primera vez que me lo proponen. Al ser profesora de una asignatura optativa y dadas las urgencias impuestas por vuestra orientación profesional, son pocos los alumnos que optan por el francés en los cursos de bachillerato. El segundo motivo es un cierto paralelismo entre vues-tra situación y la mía. Vosotros dejáis el centro para iniciar una nueva etapa en la flor de la vida, el inicio de la formación que os abrirá las puertas a vuestra carrera profesional. Amí me queda muy poco para llegar al final de esa carrera, pronto me iré con 45 de años de trabajo en la mochila y como vosotros me preparo para esa nueva etapa.

 Hoy, nos reunimos aquí con vosotros, vuestros profesores, vuestras familias para celebrar el el final de vuestros estudios en este instituto que ha sido nuestra casa común durante los últimos seis años. El lugar en el que los profesores hemos tratado, cada uno con su modo de hacer, de transmitiros los conocimientos necesarios para que sigáis vuestra formación el curso próximo. Pero no solo os hemos ofrecido conocimientos sino también una forma de vida hecha de disciplina, de esfuerzo, de respeto, de amor al trabajo así como, a veces, de tedio, de desánimo y de aburrimiento. Todo lo que contiene la vida de un profesor o de una profesora. Aunque ahora no seáis muy conscientes de ello, es solo cuestión de tiempo. A medida que pasen los años nos recordareis, con nuestras cualidades y nuestras debilidades y estoy segura que entre todos nosotros siempre habrá al menos uno que dejó una huella en vosotros. A mí me gustaría que del mismo modo que sigo recordando, 50 años después, a mi profesor de griego recitando los versos de la Ilíada, Carlos, Guillermo, Yago, María, Iris, Ana, Isabel, Violeta y Julia, me recordaseis al lado de María Antonieta y la Revolución Francesa o junto a ese héroe anónimo de la Resistencia en la Francia ocupada de 1944, el Padre Jean de Adiós Muchachos  y por supuesto, con François, el profesor de La clase, sin duda otro héroe contemporáneo de la Francia de la diversidad, que fueron nuestros invitados en este curso escolar. En cuanto a los que no habéis sido mis alumnos, doblemente gracias por haber aceptado de buen grado que hoy os acompañase aquí. Aunque hay algo que me une a la mayoría de vosotros, como muy bien me recordó Carlos, el viaje de 4º curso que hicimos a Barcelona. !Qué bien lo pasamos esa vez!. Viajar con los alumnos es una actividad educativa importante. No solo por el contenido cultural que queremos haceros descubrir sino porque son una ocasión de convivencia fuera de las aulas que nunca se daría en el recinto escolar. Sin olvidar un elogio al autobús en el que pasamos tantas horas convertido en sala de estar con sus juegos, confidencias y risas. 

Cuidad ese tesoro de los buenos momentos que pasasteis juntos, un tesoro que os ayudara, si la vida os maltrata, a manteneros en pie porque saber perder es la forma más grande de la sabiduría. Toda la felicidad del mundo es el título de una canción francesa, Tout le bonheur du monde es lo que os deseo en  mi nombre y en el de los profesores que estamos aquí. 

Carmen Glez Teixeira. Santiago, 18 de mayo de 2017

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