sábado, 13 de mayo de 2017

La Francia urbana y la Francia olvidada

Las brechas están ahí. Los votantes solo las dibujan. La segunda ronda de las elecciones presidenciales, pese a la concentración de apoyos a favor de Emmanuel Macron para frenar el Frente Nacional, muestra una Francia dividida. La urbana, cosmopolita y europeísta, se sube al tren de ¡En Marche! La rural y la de las villas castigadas por la deslocalización se plantea bajarse de Europa. Es en estas zonas donde avanza el FN. Aunque Marine Le Pen solo venció en dos departamentos, Aisne y Pas-de-Calais, la ultraderecha ha ganado terreno en esa Francia que se siente olvidada. El nuevo presidente llega impulsado por su gran cosecha en las ciudades de más de 100.000 habitantes. En París la alcaldesa socialista Anne Hidalgo, presume de un porcentaje aplastante, el 89,68%. No se trata de una excepción. Macron logró el 88% en Rennes, el 86% en Nantes, el 85% en Burdeos y el 84% en Lyon. Son las ciudades las que abrazan la globalización porque engordan con el tráfico de personas y mercancías, como recuerda el intelectual Christophe Guilly en su ensayo La Francia periférica, que explica que la población de las principales poblaciones francesas produce dos tercios del PIB nacional. "La mayoría de las ciudades importantes han votado por Macron, incluyendo las que normalmente votan derecha: esta elección va más allá de la tradicional división izquierda-derecha" apunta a Les Echos Bruno Jeanbart, director adjunto del instituto de encuestas y comunicación Opinion Way. Aunque es cierto que el apoyo al centrista se resiente allí donde tienen más peso las clases populares. La fachada atlántica también es claramente de Macron, con más del 71% en todas las circunscripciones. La Bretaña se ha convertido en un feudo del centrista, ya que aquí consigue más del 70% en todos los departamentos (algunos superan incluso el 77%). Históricamente, ha aportado un buen número de emigrantes a París e incluso a zonas de ultramar. El aislamiento aquí no vende como tabla de salvación. El diario Libération dice que hay dos Francias: La primera tiene un presidente. La segunda, resentimiento". La del resentimiento, la lepenista, se sitúa en el noroeste, las zonas rurales y alguna franja del sur. En algunos pueblos de áreas rurales del Somme y de Aisne, Marine Le Pen superó el 65%. También se afianza en el Mediterráneo, el tradicional feudo de su padre.....
Mariluz Ferreiro. París. La Voz de Galicia, martes 9 de mayo de 2007

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