Castillo de La Colle Noire |
Es un a historia de amor. Y de regreso a las raíces. Bourdelier lleva años rastreando Francia en busca de huellas del maestro. "El esfuerzo arranca en 2008, hasta entonces fueron los vecinos del valle quienes mantuvieron su memoria viva", confiesa el historiador. Y añade:"Murió de manera abrupta e inesperada a los 52 años, hasta hace poco seguía siendo un trauma. Además hace una década, las marcas de lujo más tradicionales buscaban la modernidad e ignoraban el pasado. Hoy es diferente. el pasado nos sirve para forjar un futuro más rico". Más de 200 personas han participado en la reforma de esta casa durante dos años". "Nuestra intención ha sido recuperar La Colle y acabar las obras que Christian no pudo terminar"...
Una maleta con sus iniciales, un teléfono, esculturas. Hasta hace poco no tenían donde ubicarlos. No querían instalarlos en el museo de Dior en Granville. Y hasta 2013 este castillo, de 1460 metros cuadrados, estaba en manos privadas. Su hermana Catherine Dior vendió el domicilio. "No se sentía cómoda en este universo chic. Ella nunca durmió en la habitación que Christian había ideado para ella....Prefería recibirlo en Caillan, donde residía, a pocos kilómetros....La casa es un símbolo de su personalidad. Christian quiso ser arquitecto. "Así lo confesó en una conferencia en la Universidad de La Sorbona ", apunta el experto. "Trabajó mano a mano con el arquitecto. Cuando la compró, La Colle era un hotel" cuenta el historiador. Y apostilla: "Esta casa es como el New Look (su colección de 1947 y la estética que cambió las reglas de la moda), nostálgica y revolucionaria. Después de la Segunda Guerra Mundial y en medio de la austeridad, el diseñador devolvió la joie de vivre a la mujer: con las curvas del traje enfatizaba los pechos y las caderas. Pero lo hizo sin perder de vista la tradición. Como sucede con la decoración, llena de guiños a la Belle Époque y al Segundo Imperio".....
María Ovelar. SModa. El País, 23 de julio de 2017
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