En Francia se habla de la novela nacional o el relato nacional. No hay comunidad, no hay nación sin un consenso mínimo sobre la propia historia. Y Emmanuel Macron, presidente tras derrotar en mayo a la derecha extrema del Frente Nacional, ha colocado la memoria colectiva en el centro de su proyecto político. El suyo es un relato de héroes, pero también de sombras, un relato en el que puedan reconocerse todos los franceses, de todos los orígenes, un hilo que ayude a coser las cicatrices de la Francia fracturada de 2017. "La memoria no es simplemente una manera de contemplarse en el espejo del pasado: es una manera de inventar el futuro", dice Sylvain Fort, consejero de discursos y memoria de Emmanuel Macron. Fort, de 45 años, es una figura central en el equipo del nuevo presidente. Fue su consejero de comunicación durante la campaña electoral. Ahora, desde un despacho en el Palacio del Elíseo, la sede presidencial en Francia, medita sobre la política de la memoria y le ayuda a escribir el relato nacional. Es significativo que Macron haya nombrado a un consejero especificamente dedicado a la memoria, y que este sea Fort: traductor de Friedrich Schiller al francés, biógrafo de Puccini y Herbert von Karajan, un humanista que tuvo tiempo de publicar, en plena vorágine electoral, un ensayo entre lírico y filosófico sobre Antoine de Saint-Exupéry. En la mesa de su despacho donde hace unos días conversó con El País, tiene Die Welt von Gestern, la edición original alemán de El mundo de ayer, las memorias de Stefan Zweig, donde el escritor vienés relata la caída de Europa desde la paz previa a la Primera Guerra Mundial a las dos guerras y la era del totalitarismo. "(La memoria) forzosamente se erosiona", dijo Macron en junio, menos de un mes después de llegar al poder, en un discurso en Oradour-sur-Glane, donde el 10 de junio de 1944 las fuerzas alemanas mataron a 642 habitantes. "Lo que se transmite", añadió, "corre el riesgo de marchitarse: sin cesar debemos reavivar la llama y devolverle el sentido". Un mes después, en la conmemoración de la redada de judíos del Velódromo de invierno el 16 y el 17 de julio de 1942, perpetrada por fuerzas francesas durante la ocupación nazi, Macron quiso zanjar los debates sobre si Francia fue o no responsable de aquel crimen. "Recuso a quienes dan muestras de relativismo al explicar que exonerar a Francia de la redada del Velódromo de invierno sería algo bueno", dijo Macron, en alusión entre otros, a políticos franceses como Marine Le Pen, líder del Frente Nacional.....
Marc Bassets. París. El País, lunes 11 de septiembre de 2017
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