viernes, 22 de septiembre de 2017

Pascal Rambert, dramaturgo

Israel Elejalde, Jesús Noguero, María Morales y Fernanda Orazi.
 Foto de Vanessa Rabade
"Busco un teatro del que no salir indemne", asegura Rambert, filósofo de formación, considerado uno de los grandes directores de escena contemporáneos, Premio Nacional de Teatro de la Academia de Francia en 2016. Tras su éxito con La clausura del amor, crónica en escena sobre una separación amorosa, vuelve con Ensayo, protagonizada por Israel Elejalde, Fernanda Orazi, María Morales y Jesús Noguero. La función que estará en cartel hasta el 8 de octubre, se compone de cuatro monólogos, cuatro turnos de palabra a cargo de cada uno de los actores. Son cuatro amigos -dos actrices, un director y un escritor- con una sólida relación y un pasado lleno de vivencias conjuntas, que se citan para ensayar una obra de teatro en torno a la vida de Stalin. Todo salta por una infidelidad. En esa oficina blanca y alrededor de una mesa se asiste al fracaso de una generación, al estallido de un conflicto personal y pasional que dañará definitivamente las relaciones del grupo, la "estructura" como la llaman ellos. España es el tercer país, tras Francia e Italia, en el que Rambert estrena este montaje, y, según su director, "el más conmovedor y emocionante de todos". A sus 55 años, confiesa sentirse enganchado a sus años de adolescencia, mucho más que a los más recientes y exitosos. "Soy muy fiel a ese momento de mi vida. Toda mi vida gira en torno a esos momentos llenos de verdad y de energía". Gran admirador entonces de la religión católica -a punto estuvo de abrazar el sacerdocio, confiesa-, lo único que le queda de aquello es la vida de monje que asegura llevar. En casa de sus padres, trabajadores en una gasolinera, no encontró literatura, teatro o arte. "Entré por primera vez en un teatro a los 16 años y al salir ya no rea la misma persona. No salí indemne. La potencia que sentí es la que busco con mi teatro, a veces lo consigo y otras no. Sí reflexiono sobre mis cuatro décadas en el oficio, quizás puedo decir que mi obsesión es tratar de reproducir para mí mismo y para el espectador esa profunda transformación.." ...La frase del filósofo alemán Nietzsche -"menos mal que tenemos el arte para llegar a la verdad"- le ha acompañado y perseguido siempre. "El arte es mi manera de respirar, mi oxígeno. El mundo contemporáneo es muchas veces irrespirable. En Francia y también en España hay cosas que apestan...." Estoy enamorado de la lengua española, del mundo hispánico. Hay algo muy potente en este idioma. Creo que se corresponde muy bien con lo que escribo.
Rocío García. Madrid. El País, martes 12 de septiembre de 2017  

No hay comentarios:

Publicar un comentario