Marina Fernández, que cursa estudios en la prestigiosa Schola Cantorum parisina, tiene 26 años, la mirada tranquila y se define como tremendamente persistente. Esta discreta joven que reside en la parroquia de San Miguel de Cerceda, en O Pino, es ya toda una promesa del piano; instrumento que forma parte de su vida desde que tiene uso de razón a raíz de un teclado que Antonio, su padre, tenía en casa y no le dejaba tocar. Tenía cuatro años cuando se empeñó en ir a clase, sin ni siquiera saber leer. Y allá que fue. Han transcurrido 22 años desde entonces. Y hoy aquella niña cursa estudios en la prestigiosa Schola Cantorum de París bajo la tutela de Maurizio Moretti. Será en el escenario de este enclave galo, el auditorio Cesar Frank, donde actuará dentro de un par de meses. El mismo lugar donde todo un referente como Maurice Ravel estrenó su sonatina para piano...
Marina Fernández |
A sus 26 años, ha interpretado ya piezas en escenarios por muchos enclaves de la geografía española, Portugal, Francia, Holanda o Inglaterra. No obstante, la joven reseñas dos citas importantes el año pasado en su vida como pianista: la actuación con Ilona Timchenko en el festival Camiños Sonoros en la Praza de Praterías con el concierto de Ravel para piano y orquesta, así como la interpretación de esta misma pieza en el Teatro Cervantes de Béjar...
María José Gómez. El Correo Gallego, martes 21 de enero de 2020
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