Souleymane Bachir Diagne |
P.- Han pasado cuatro meses del primer caso de covid-19 en África y los escenarios catastróficos que evocaban los expertos no se han cumplido.
R.- Hemos seguido una lógica habitual cuando se trata de África. la del catastrofismo. Creíamos que habíamos salido del "afropesimismo"porque en los últimos años el continente se encontraba bastante bien económicamente, se hablaba de altas tasas de crecimiento...Con la covid los viejos reflejos reaparecieron. Con todo, sufrir epidemias y otro tipo de desastres naturales crea resiliencia. No podemos predecir cómo evolucionará la pandemia en los próximos meses, pero por ahora África está resistiendo.
P.- Se señalan como factores la juventud de la población, la reducida movilidad interna entre países, la reacción rápida de los Gobiernos...
R.- Existe un liderazgo africano que la retórica catastrofista tampoco ha tenido en cuenta. Desgraciadamente los países del norte no conocen a África ni ven los avances que el continente ha realizado en los últimos decenios.
P.- Usted ha afirmado, junto a otros cincuenta intelectuales africanos, una tribuna en la que insta al continente a aprovechar "la solidaridad que lleva en los genes" para combatir la pandemia.
R.- África tiene recursos y éstos no son solo el número de respiradores o camas de hospital disponibles. Apelar a la solidaridad -por ejemplo, pidiendo que se use mascarilla para proteger a los más vulnerables- resuena particularmente en una tradición de humanismo que yo llamo un humanismo de reciprocidad. La idea de que uno construye su humanidad en reciprocidad con el otro. Es el significado de una palabra de las lenguas bantúes del sur de África, popularizada por Nelson Mandela: "ubuntu".
P.- En la tribuna señala que la crisis ofrece a África la oportunidad de inventar y proponer al mundo un modelo de desarrollo alternativo...
R.- Necesitamos alejarnos de la euforia de la emergencia para poder ver que el modelo que hemos seguido ha socavado nuestros sistemas de salud. En África las consecuencias económicas de la crisis serán muy graves. Tras la pandemia, los africanos debemos ser los primeros en decir que el modelo de desarrollo neoliberal no funciona. Y tendremos que decirlo dentro de la solidaridad. Lo que este virus nos ha mostrado es que somos un solo país y tenemos que comportarnos como tal...
Carla Mascia, El País, domingo 12 de julio de 2020
R.- Existe un liderazgo africano que la retórica catastrofista tampoco ha tenido en cuenta. Desgraciadamente los países del norte no conocen a África ni ven los avances que el continente ha realizado en los últimos decenios.
P.- Usted ha afirmado, junto a otros cincuenta intelectuales africanos, una tribuna en la que insta al continente a aprovechar "la solidaridad que lleva en los genes" para combatir la pandemia.
R.- África tiene recursos y éstos no son solo el número de respiradores o camas de hospital disponibles. Apelar a la solidaridad -por ejemplo, pidiendo que se use mascarilla para proteger a los más vulnerables- resuena particularmente en una tradición de humanismo que yo llamo un humanismo de reciprocidad. La idea de que uno construye su humanidad en reciprocidad con el otro. Es el significado de una palabra de las lenguas bantúes del sur de África, popularizada por Nelson Mandela: "ubuntu".
P.- En la tribuna señala que la crisis ofrece a África la oportunidad de inventar y proponer al mundo un modelo de desarrollo alternativo...
R.- Necesitamos alejarnos de la euforia de la emergencia para poder ver que el modelo que hemos seguido ha socavado nuestros sistemas de salud. En África las consecuencias económicas de la crisis serán muy graves. Tras la pandemia, los africanos debemos ser los primeros en decir que el modelo de desarrollo neoliberal no funciona. Y tendremos que decirlo dentro de la solidaridad. Lo que este virus nos ha mostrado es que somos un solo país y tenemos que comportarnos como tal...
Carla Mascia, El País, domingo 12 de julio de 2020
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