Colbert. Foto: Leonard Zhukovsky |
Era martes por la tarde cuando sucedió lo que se esperaba que tarde o temprano sucediese desde que a principios de junio empezaron las protestas en París por la muerte del ciudadano negro George Floyd a manos de un policía blanco en Minneapolis. Las manifestaciones expresaban la solidaridad con los afroamericanos pero también denunciaban los excesos policiales y el racismo en Francia. Cuando empezaron a derribarse estatuas de esclavistas en Estados Unidos o en el Reino Unido, algunos, en las manifestaciones parisinas, llamaron a derribar la estatua de Colbert que flanquea las escalinatas de acceso a la Asmblea Nacional.
Colbert es más conocido por ser el precursor del dirigismo estatal como motor del desarrollo económico, pero llevaba años en la mirada de los activistas antirracistas. Cuando el pasado día 14 en un discurso televisado a la nación, el presidente Emmanuel Macron anunció que "la República no desmontará ninguna estatua", estaba claro en quien pensaba. Días antes el ex primer ministro socialista Jean-Marie Ayrault había pedido rebautizar el salón Colbert de la Asamblea Nacional.
"No se puede tolerar que en Francia se celebre y menos aún delante de la Asamblea Nacional, a un hombre que estuvo en el origen de los crímenes contra la humanidad: primero el Código Negro y segundo, la Compañnia de las Indias, que él fundó y que deportó a miles de africanos", dice Louis-Georges Tin, presidente del Consejo Representativo de las Asociaciones Negras de Francia. "¿Cómo podemos construir Francia cuando vuestros héroes son nuestros verdugos?", se pregunta. "Esta estatua es monstruosa, indigna del país que dice ser el de los derechos humanos. Hay que enseñar quien fue Colbert, no celebrarlo"...
En un artículo en Le Monde, un grupo de historiadores -como Mona Ozouf, Michel Winock y Jean-Noël Jeanneney- señalan el riesgo del anacronismo. "Este pecado contra la inteligencia del pasado consiste en lanzar, a partir de las certidumbres del presente, un juicio retrospectivo, que además de irresponsable es perentorio, contra personajes de otro tiempo"..."Condenamos a quienes quieren borrar las huellas de nuestra historia", dijo la portavoz del Gobierno, Sibeth Nidiaye. Ayer por la mañana, la estatua de Colbert frente a la Asamblea Nacional estaba limpia de pintura.
Marc Bassets, jueves 25 de junio de 2020
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