La Colegiata de Roncesvalles |
El jubileo se abre el 18 de julio a las 18 horas con una eucaristía presidida por el arzobispo de Pmplona; el 25 de julio, día de Santiago, habrá una misa en memoria de las víctimas del Covid-19; y el 15 de agosto, a las 18 horas, se celebrará la fiesta de la virgen en memoria de los fallecidos en la batalla de Roncesvalles, ocurrida ese mismo día del año 778. A continuación en el silo de Carlomagno, se rezará un esponso por los difuntos y se recordará a los peregrinos ahí enterrados a lo largo de los siglos.
Por otro lado, ya en 2021, el sábado 10 de abril se celebrará una misa en conmemoración de la muerte del rey Sancho VII El Fuerte, "fundador y mecenas principal de la colegiata actual". Además, entre otros actos, el 16 de junio habrá una reunión de cofradías marinas de Navarra; el 19 de junio se celebrará una fiesta del Rocío y el cierre del año jubilar tendrá lugar el 17 de julio.
Navrra es su diversidad. Montañas y frondosos bosques en el norte y llanuras y un desierto en el sur. Zonas lluviosas y zonas secas. De toda esta variedad, un lugar destaca por su belleza y representatividad por encima del resto: se trata del paraje forestal de Roncesvalles, un bello paso natural de los Pireneos presidido por la ilustre y monumental Colegiata y situado a los pies del puerto de Ibañeta. La naturaleza privilegiada de sus bosques -hayas, abetos y robles- y la arquitectura medieval de sus edificios hacen de Roncesvalles un enclave único, de visita obligada. Cerca de mil hectareas que tiene un hueco en la Historia porque alli fue donde tuvo lugar la batalla de Roncesvalles (778), una de las más dolorosas derrotas del ejército franco en la que Carlomagno lloró la muerte de Roldán, el mejor caballero de Francia.
Hablar de Roncesvalles supone, por fuerza, incluir también el Camino de Santiago, puesto que ese paraje inigualable es la puerta de entrada mayoritariamente elegida por miles de peregrinos para iniciar su viaje en España. La Colegiata que se impone entre los árboles es un antiguo hospital de peregrinos y uno de los puntos más conocidos de la peregrinación compostelana. Un edificio mítico que deja huella a todo el que lo contempla. La Colegiata fue construida a finales del siglo XII y principios del XIII. La explanada de acceso conduce al visitante hacia la Casa Prioral y el Museo Biblioteca para después, a través de un pequeño túnel de bóveda rebajada, acceder a las principales construcciones.
La restaurada iglesia restaurada de Santa María responde al estilo gótico francés y cuenta con una torre defensiva del siglo XIV. Su altar mayor está presidido por la imagen de Santa María de Roncesvalles (XIV), una talla gótica de madera revestida con plata que apareció milagrosamente poe el anuncio nostruno de un ciervo en cuyas astas brillaban dos luceros, según narra una leyenda.
Luego se accede al claustro, construido en el siglo XVII tras haberse derrumbado en 1600 el primitivo, de estilo gótico, tras una nevada de las que hacen época. Desde allí, se llega a la capilla de San Agustín, en cuyo centro se encuentra el sepulcro del Rey Sancho El Fuerte. Las mazas y cadenas que se exhiben en su cabecera son las que el monarca arrebató al moro Miramamolín durante la contienda de las Navas de Tolosa (1212), hechos que también se relatan en las vidrieras de la iglesia, y que forman parte del escudo de la Comunidad foral.
De todo el conjunto monumental, el edificio más antiguo es la capilla del Sancti Spiritus o silo de Carlomagno (XII), de estilo románico. La construcción está asentada sobre un cripta con cubierta de cañón, donde las crónicas aseguran que clavó su espada Roldán tras al derrota durísima infligida por los vascones...
ABC Viajar, 8 de julio de 2020
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