viernes, 10 de julio de 2020

Benjamin Biolay

Benjamin Biolay
Benjamin Biolay (Villefranche-sur-Saône, 1973) se ha pasado el confinamiento cantando. Canciones de otros, de algunos de los super héroes que acumula el país vecino (Gainsbourg o Trenet) para colgarlas en Instagram. "Ha sido una experiencia emocionante. He logrado una relación directa con el público. Sin intermediarios. Probablemente lo único positivo de este periodo", reconoce. Y también en confinamiento ha lanzado el primer single de Grand Prix (Polydor), su nuevo y noveno álbum en el que vuelve ese Biolay en estado de gracia de À l'origine (2005), Trash yeyé (2007) o La superbe (2009). Comment est ta peine/Cómo es tu pena) se titula este sencillo que a un ritmo más que bailable  lanza este premonitorio mensaje: "Tendremos que aprender a vivir con esto". "La canción fue compuesta antes pero es verdad que habla de un cierto confinamiento amoroso, sentimental, amistoso... En realidad, la inspiración viene de este último año en Buenos Aires, donde estaba viviendo, viendo la inflación, la pobreza, cómo las certezas se derrumbaban".
La Fórmula 1 ("un deporte en el que está todo lo formidable y lo horroroso de la vida") como telón de fondo para un álbum que es casi un acto de fe: "Se pensó en posponer el lanzamiento pero me negué. Si todo el mundo retrasa todo, teniendo en cuenta que los poderes públicos están no se sabe dónde y haciendo no se sabe qué, nos quedamos parados. Si no asumimos el riesgo de vivir, ¿qué sentido tiene?". . El álbum se desenvuelve, como es costumbre en Biolay, entre la melancolía de las letras y esa invitación permanente al baile. "Soy muy nostálgico, pero también me gusta bailar, reírme, la luz, el sur, el mar. No vivo en la penumbra aunque a veces escriba cosas tristes". Cuando se le pregunta por esa cosa de gran letrista, herencia de la tradición francesa de genios como Aznavour, Brassens o Nougaro, responde que por supuesto los venera, pero que su ídolo es Lennon. Y añade Morrissey.  
En sus inicios, a Biolay le colgaron el sambenito de nuevo representante de la chanson francesa, pero el reconoce sin tapujos su inclinación por los sonidos de Nueva York y Manchester. En este disco se revela como un verdadero crooner  de voz grave. "Mi voz está tan presente porque, con tanta guitarra eléctrica, o cantas en primer plano o no funciona. En todos los grupos ingleses o americanos que me gustan, como Aretic, Monkeys o The Strokes, el cantante es crooner de voz grave". Conocido por no callarse sus opiniones, ha sido calificado como un artista tan poético como político. "Cuando uno es cantante más le vale cerrar el pico. Pero aunque no sea algo que necesariamente se refleje en mis letras, soy muy político. Ahora bien mi responsabilidad como artista o personaje público es cero"...

Blanca Lacasa, Icon, 4 de julio de 2020.  

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