domingo, 25 de septiembre de 2022

Mona Chollet: "No hay contradición entre feminismo y amor"

Mona Chollet

"¿Es Mona Chollet?", pregunta una mujer veinteañera en un café cerca de la plaza de la Bastilla mientras el fotógrafo retrata a la autora feminista de mayor éxito e influencia en años recientes en Francia. "La admiro mucho", añade la mujer. "Encuentro que tiene una posición feminista muy ajustada".

Hay pocos escritores, y menos ensayistas, que logren la identificación que Chollet (Ginebra, 49 años) logra con sus lectoras (y algunos lectores). Tras consagrarse con Brujas (Ediciones B, en castellano, 2019). ahora publica en Paidós su último ensayo, Reinventar el amor. Cómo el patriarcado sabotea las relaciones heterosexuales. "En Brujas", explicará Chollet tras la sesión de fotos, "me situé del lado del feminismo badass (rudo), muy independiente. Después pensé: es una parte de verdad pero no toda. Brujas lo escribí al separarme tras una larga relación, debía aprender a ser independiente. Escribir me ayudó a superar una etapa de mi vida". 

P.- Se define en Reinventar el amor como una midinette, que se traduce como "ingenua sentimental". ¿Por qué lo dice?

R.-Una minidette es alguien sensible a lo que tiene relación con el amor, a quien le gustan las canciones sentimentales, las comedias románticas. Hay hombres que son midinettes, pero es un rasgo más cultivado por las mujeres. Hay algo en nuestra socialización que hace que seamos sensibles a ello.

P.- Lo asume sin problema.

R.-La cosa se complica cuando una es feminista. Tengo el lado midinette y el feminista. Me apetecía hacer un libro para reconciliarlos, hacerlos dialogar.

P.- Reivindica el amor.

R.- Totalmente. Es un prejuicio pensar que hay una contradicción entre feminismo y amor. El amor, con frecuencia. se ha utilizado para hacernos renunciar a ambiciones profesionales o políticas. Se nos ha dicho que "el amor, el vínculo, la pareja, la familia es vuestro terreno, estáis hechas para ello". Es normal que el feminismo reivindique hablar de otras cosas: las desigualdades salariales, las violaciones, la falta de paridad en política, el techo de cristal en las empresas, el acoso sexual. Yo he hablado sobre ello.

P.-Y sin embargo...

R,-El amor sigue siendo muy importante en nuestras vidas. Para algunas, el amor con los hombres. Me parece que no querer parecer interesada en esto es una manera de conformarse con un sistema de valores dominante, con la idea de que el amor no es un tema noble. Todo lo que tiene connotaciones femeninas está desvalorizado. Y yo quiero decir que hay que afirmar que el amor merece interés y reflexión.

P.-Tal como lo explica, su vida amorosa ha sido bastante sana y adulta. Contrasta con el retrato tenebroso del amor en el libro.

R.- Había que adentrarse en este lado. Quise tratar todos los matices. Empezando por las situaciones ligeras, los malentendidos, las pequeñas frustraciones derivadas de que no se nos educa de la misma manera. No se nos educa para entendernos y, si integramos los comportamientos prescritos para cada uno, no podemos entendernos.

P.-¿Por qué?

R.- A los hombres se les educa para que no hagan del amor una prioridad. Algunos lo hacen, por supuesto. Pero todo empieza en el patio de recreo, donde se hace burla de los niños demasiado sentimentales. A las mujeres se las condiciona para que, desde temprano, sueñen con el amor y lo pongan en el centro de sus vidas. A partir de aquí, las cosas empiezan mal: hay alguien que siempre se pregunta si hacen bien en seguir ahí y, del otro lado, alguien para quien la relación es esencial para su identidad...

Marc Bassets. El País, domingo 18 de septiembre de 2022.

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