La conmemoración de los 50 años de su muerte se ha convertido, así, en la excusa perfecta para volver a Picasso, con más de 40 muestras que en su mayoría se celebrarán en España y Francia, aunque otros lugares se han sumado. No faltarán los que exploren temas relacionados con las mujeres en la vida de Picasso, Gertrude Stein (Museo de Luxemburgo), Fernande Olivier (Museo de Montmartre) o Françoise Gilot (Kunstmuseum Pablo Picasso de Münster), si bien la muestra que promete aproximarse a la cuestión de género de manera más crítica podría ser la de Brooklyn Museum, donde se ha invitado a la performer Hannah Gadsby a formar parte del equipo curatorial. Otras exposiciones proponen diálogos con los maestros clásicos -El Greco en el Prado, Poussin en Lyon, Velázquez en Casa Velázquez-; los contemporáneos de Picasso -Miró en Barcelona, Julio González en la Fundación Mapfre, Kahnweiler en el Picasso de Barcelona-; y algunos artistas vivos que ofrezcan un giro actual al artista en la Casa Encendida o la invitación para "intervenir" la colección del Picasso de París a Sophie Calle y al diseñador británico Paul Smith. Otras instituciones han optado por pensar a Picasso desde Picasso - Fundación Beyeler, Met, Pompidou, Antibes, Museo Picasso de Málaga, Guggenheim Bilbao, Reina Sofía, Museo de Bellas Artes de A Coruña, la Casa Natal de Málaga... -.
En cualquier caso, las exposiciones que prometen más preguntas son aquellas que abordan al Picasso menos explorado: el vernáculo a través de la cerámica tradicional y la suya (Museu del Disseny de Barcelona); las contaminaciones de las culturas de consumo (Guggenheim Nueva York, Le Petit Palais de París o el Thyssen con Picasso y Chanel); o las relaciones de Picasso con otras culturas en el tiempo y en el espacio, propuestas desde el Museo del Hombre en París, que se centra en las reciprocidades del artista con artefactos del mundo prehistórico (cerámicas, guijarros, grabados...). Esos picassos más inexplorados serán, seguro, los que contribuirán a abrir la nueva conversación sobre el artista que tantos reclaman hoy. Picasso nos quiere inesperados y sagaces, como era él, a la hora de acercarnos a su legado 50 años después de su muerte, revisando categorías y conceptos reiterados.
Ha ocurrido en una exposición que no debe permanecer silenciada, aunque no forme parte de las celebraciones. Se pudo ver hasta el 30 de junio en el Museo de las Civilizaciones Negras de Dakar, ciudad donde ocurre una bienal que este año ha cumplido sus 14 ediciones. Viajaron hasta Dakar una quincena de picassos que dialogaron con piezas locales para conmemorar otro aniversario: los 50 años de la primera muestra de Picasso en Senegal. Han colaborado con la institución senegalesa el Museo Picasso de París y el Quai Branly, interesado en la circulación de las piezas originarias del continente africano en el propio continente, y esta muestra ha tenido su complemento en el Instituto Francés de Dakar. Allí, jóvenes artistas locales han repensado a Picasso.
En un momento del reportaje sobre el proyecto emitido por Al Jazeera, un niño, frente a la pieza local al lado de una obra de Picasso, acaba entendiendo que ambas son "obras maestras": una de un artista famoso y la otra de uno desconocido. No está mal la reflexión del pequeño a la hora de enfrentarse al Picasso que exige el siglo XXI. Nada mal.
Estrella de Diego. Babelia. El País, sábado 27 de agosto de 2022.
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