...los iraníes que participan en las manifestaciones
"han perdido el miedo"...
La creciente desobediencia a llevar el velo obliga a Teherán a tolerar esta práctica y a dar un paso atrás en su imposición por la fuerza. El velo con el que las iraníes están obligadas a cubrirse es "la bandera de la República Islámica de Irán". Marjane, nombre ficticio de una iraní de 46 años, alude así a lo que describe como un "símbolo de la opresión", la marca de una "teocracia" en la que la vida de una mujer vale por ley la mitad que la de un hombre. Ese régimen que ha convertido esa prenda en un pilar de su identidad ha encajado una derrota desde el 16 de septiembre, según el relato que esta iraní hace a este diario desde un lugar que no precisa de su país.. Desde ese día, cuando la joven Mahsa Amini murió bajo custodia policial tras ser detenida por mostrar un mechón de cabello, los iraníes que participan en las manifestaciones "han perdido el miedo", subraya Marjane. "Es increíble cómo muchas mujeres, sobre todo las jóvenes, salen a la calle sin velo, Queremos una democracia laica. Luchamos por la libertad", afirma esta mujer, una más de las que cada día desafían al régimen iraní al quitarse el velo.
Marjane ha sufrido en carne propia la violencia de un sistema que define como "una mafia dictatorial y criminal"..."Me han pegado y estoy muy dolorida, pero sigo saliendo cada noche a la calle. Lo hago por mi país, por mi gente y por mi libertad", sostiene. (...)
Para Ali Alfoneh, politólogo iraní residente en Estados Unidos, la razón de lo que parece un paso atrás en la imposición del código de vestimenta islámico es que "el velo obligatorio es una batalla que el régimen ya ha perdido". Lo que está en juego ahora va "mucho más allá del hiyab", asegura este experto, y aunque quienes ocupan el poder en Irán desde 1979 "no tengan el valor de derogar la ley del velo, los servicios de seguridad del régimen no parecen dispuestos a crear más tensiones obligando a acatar esa legislación", recalca.
El artículo 638 del Código Penal del país castiga con un máximo de dos meses de cárcel el que una mujer se muestre en público sin velo, pero, en el pasado, iraníes que han descubierto su cabello en la calle o en el metro han sido condenadas a penas mucho más largas. En 2019, una abogada, Nasrin Sotoudeh, fue condenada a 38 años de cárcel y 148 latigazos por defender a mujeres que se habían quitado esa prenda y quitársela ella misma ante un tribunal.
Alfoneh cree posible un escenario futuro en el que las autoridades iraníes toleren un uso voluntario del velo. Pero sin cambiar la ley, "algo que verían como una claudicación ante los manifestantes", señala, por su parte, el analista político hispano-iraní Daniel Bashandeh...
Trinidad Dieros Bronte. El País, domingo 20 de noviembre de 2022.
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