Desde su primer encuentro en Buenos Aires en 1930 y hasta la muerte del piloto en una misión de la II Guerra Mundial en 1944, Antoine la ignora a propósito para castigarla, la chantajea -en numerosas ocasiones le dice que se morirá si lo deja-, la humilla delante de sus amigos y familia, la manipula para que se sienta culpable de sus propias infidelidades con actrices y autoras, la controla, la aísla de las amistades que ella teje y la intimida. Se podría cantar bingo con todas las situaciones el libro en las que se presentan signos de lo que hoy consideran los psicólogos una relación tóxica, en la que la mujer maltratada no es capaz de salir de su situación de abuso.
¿Por qué es tan desconocida la faceta de maltratador del autor francés? Para Alicia de la Fuente, editora de este libro y fundadora de la editorial Espinas, dedicada a resucitar textos de autoras olvidadas por el canon, está muy claro: "No interesa que se sepan las cosas que ella cuenta porque Saint-Exupéry es un héroe nacional en Francia y casi un mártir que murió combatiendo en la II Guerra Mundial. Es peliagudo desmitificar al genio". Disponible en 498 lenguas, El Principito es el libro más traducido en el planeta después de los textos religiosos y Saint-Exupéry el autor francés más vendido.
Consuelo escribió estas memorias en Nueva York durante la guerra y después de la muerte de su esposo, pero al acabarlas las encerró en un baúl que se llevo consigo a Francia y que no lo volvió a abrir. A su muerte, en 1979, pasaron a las manos de su secretario, José Martínez-Fructuoso, que heredó toda su obra. Este no las sacó a la luz hasta el centenario del nacimiento del aviador en el año 200. "He dudado mucho antes de tomar la decisión de revelar su existencia", escribió. Le cedió el texto a Alain Vircondelet, biógrafo de Saint-Exupéry, que coincide con De la Fuente: el heredero no se atrevió hasta entonces a publicarlo "por miedo a romper o, más bien desmitificar al héroe", explicó Vircondelet en una entrevista para France Culture en 2021.
La fundadora de Espinas opina que Consuelo sí que deseaba que salieran a la luz: "Un manuscrito que no se destruye y que además se deja en herencia es una declaración de intenciones Ella no se atrevió a publicarlo en vida. Creo que sabía que no se la iba a creer o que iba a pesar más la memoria y la reputación del autor". Cuando las memorias se publicaron en Francia en 2000 no tuvieron una gran repercusión, pero en 2021 Gallimard publicó la correspondencia entre los dos considerados enfants terribles del panorama cultural de los anos treinta, y puso en evidencia el abuso emocional de Tonio hacia Consuelo.
"Esta correspondencia permite al gran público descubrir que Saint-Exupéry tenía una mujer, que era un personaje franco, frontal, exuberante, que asumía su poesía y su faceta excesiva. Antoine estaba muy enamorado de ella, tenía prontos muy violentos y momentos más dulces, pero exhibía un narcisismo enorme. Las cartas muestran como Saint-Exupéry se escucha a sí mismo. cómo quiere ser amado antes que amar. Y a pesar de todas sus palabras de amor, nunca dejó de engañar a su mujer", dijo Vircondolet en la misma entrevista...
Memorias de la rosa es, admite De la Fuente, difícil e incluso desagradable de leer: "Muchas mujeres se enfadan con que Consuelo sea tan pasiva, tan permisiva con él, pero creo que es importante que genere ese rechazo en la lectura de hoy". La monologuista Pamela Palenciano (No solo duelen los golpes) denuncia en el prólogo que las mujeres hayan sido educadas para mirarse a través de los ojos de los demás. "Somos la otredad, porque salimos de las costillas de Adán. Nos entrenan en la espera porque nuestro lugar es la pasividad", escribe. De la Fuente hace referencia al impacto negativo del lugar de la mujer en los mitos fundacionales: "Desde la leyenda de Ulises, en el que el papel de Penélope es esperar eternamente mientras el gran héroe vive su epopeya, hasta los cuentos populares, las mujeres siempre han asumido el rol de la persona frágil a la que hay que salvar y que, además, sirve de premio al hombre"...
Nora G. Fornés. Madrid. El País, domingo 7 de mayo de 2023.
No hay comentarios:
Publicar un comentario