miércoles, 10 de mayo de 2023

Andrea Marcolongo: "Todo lo que estamos viviendo ya ha sido vivido"

Andrea Marcolongo

Hay un hilo que conecta a los guerreros y mueve a navegantes de la mitología antigua en el vetusto salón de la Escuela Militar de París donde conversamos con la filóloga clásica y escritora Andrea Marcolongo (Milán, 36 años). El hilo es la guerra y toda la épica que a veces la rodea. Y es también la propia Marcolongo, miembro de los Escritores de la Marina, selecto club al que ella pertenece, junto a otros como Arturo Pérez-Reverte, y que tiene su sede en este complejo de edificios frente a la Torre Eiffel edificado en el siglo XVIII bajo Luis XV. Estos escritores ostentan el título de capitán de fragata.

En libros como La lengua de los dioses o El arte de resistir, Lo que la Eneida nos enseña sobre cómo superar una crisis, que Taurus acaba de publicar en español traducido por Juan Rabasseda Gascón y Teófilo de Lozoya, la capitana Marcolongo despliega una mezcla rara de erudición y pasión por la Antigüedad (y humor). Y lo proyecta en el presente y hacia el futuro. Sus libros son un fenómeno internacional. Se siente en casa tanto en la Grecia y la Roma antiguas como en Francia , donde vive, y España, que conoce bien. He aquí una intelectual europea.

Escuchándola en la Escuela Militar se París, algo queda claro: estas lenguas -el griego y el latín- están bien vivas. Y aquellos mitos nos ayudan a vivir. A resistir.

P.- "La mirada antigua orienta mi vida y mis decisiones", ha escrito usted. ¿Se ve distinto el mundo desde esta posición?

R.- No lo sé, porque para mí es lo normal. Los antiguos -los griegos- fueron los primeros en investigar el mundo interior: lo que sentimos, cuánto sufrimos, cómo somos. Desde al año 2.500 antes de Cristo hasta hoy, todo ha cambiado: la tecnología, la religión, el clima. Pero la naturaleza humana, no. No creo que lo que sentimos sea distinto de lo que sentían los griegos.

P.- ¿Sin esta mirada, usted no sería quién es ni vería el mundo así?

R.- Así es. No es que consulte a Homero antes de tomar cada decisión. Pero siempre cuando vivo momentos intensos, no obligatoriamente negativos, me refiero a los antiguos. ¿Qué habría hecho Platón?

P.- ¿Le dan respuestas?

R.- A veces funciona, y muy bien. La respuesta está en los libros, basta con abrirlos. Para mí, el mundo antiguo es como la inteligencia artificial, pero sin ser artificial.

P.- ¿En qué sentido?

R.- No sé bien como funciona la inteligencia artificial, pero vamos a internet, hacemos una pregunta y hay un algoritmo que nos contesta. Cuando yo tengo una incertidumbre, basta con abrir los textos clásicos, todo lo que estamos viviendo, lo que vamos a vivir y lo que hemos vivido ya está escrito y ya se ha vivido. Esto es tranquilizador: saber que no soy la primera, ni la última. Alguien ya ha vivido, alguien ya ha probado la vida.

P.- ¿Qué es el heroísmo hoy?

R.- Para mí hoy es el heroísmo es asumir el riesgo de elegir la propia vida. En la Grecia antigua no existía esta obsesión por el éxito. El heroísmo no significaba llegar el primero, ni ganar. No era importante ser rey o el último de los marineros. Lo importante era ser fiel a sí mismo.

P.- Hay distintos tipos de héroes.

R.- Si pensamos en los héroes de Homero -Héctor, Aquiles-, son héroes con mucha hambre de vida. Héroes totales, irrefrenables, con una energía absoluta, hasta el punto que les da igual vivir o morir. Lo que cuenta es la gloria, el relato que dejaremos en este mundo. Pensamos que son muy violentos, pero los héroes de Homero hacen solamente dos cosas: o se pelean o lloran. Lloran muchísimo. Lloran ríos y ríos de lágrimas. Para ellos era un signo de heroísmo. 

P.- En El arte de resistir, su último libro publicado en español y dedicado al poema épico latino Eneida, de Virgilio, habla de un tipo de héroe muy distinto.

R.- Sí. Eneas es tan diferente que yo me preguntaba: ¿es un héroe de verdad? No conozco a nadie que haya dicho: "Es mi héroe favorito". O: "Quiero ser como él". Tenemos la impresión de que es un poquito menos héroe. Parece más equilibrado, mesurado. Es diferente porque no es su destino lo que está en juego, sino el suyo, el de su padre, el de su hijo, el de su comunidad. Es un héroe social. La crisis que atraviesa no es su crisis personal, sino la de un pueblo entero. Es el héroe de la responsabilidad. Lo dice desde el principio: "A mí me gustaba mucho mi vida, mi casa, mi mujer, pero tengo que que irme a refundar un país para mí y para los demás". Y lo hace.

P.- El poema de Virgilio nos sirve para los tiempos de crisis.

R,- Cuando todo va bien colectivamente, es normal y sano elegir quién ser en el catálogo de Homero: si uno quiere pasiones, Aquiles, y si quiere viajes con aventuras, Ulises. Pero cuando todo empieza a ir mal, la Eneida se convierte en el poema necesario, urgente: un manual para seguir en pie en medio de una tormenta, cómo llegar a ese momento histórico -la pandemia, la guerra- en el que el mundo de ayer ya no existe y el de mañana no ha llegado. Nos explica cómo seguir y dar un sentido a este tiempo que está en medio. Y la respuesta es resistir.

P.- ¿Resistir contra qué?

R.- Contra la tentación de decir: no puedo más. Y paradójicamente Eneas es el único de los seres que no resiste a la vida, a sus momentos malos. Los acepta o al menos sabe que no sirve de nada pelear contra un destino más grande que nosotros.

P.- Un heroísmo tranquilo.

R,- Digno.

P.- ¿Es un ejemplo?

R.- A vece utilizo la siguiente metáfora. Tomamos el avión para ir a Málaga, por ejemplo, no sabemos pilotarlo y vamos hablando tranquilamente con nuestra pareja del restaurante donde queremos cenar. Todo va bien. Pero cuando hay turbulencias o algo peor, entonces todo lo que necesitamos es que el piloto sea serio. El resto nos da completamente igual: que sea guapo, simpático, genial. Necesitamos únicamente que sea serio. Que sepa lo que hay que hacer. Ya está. Eneas es un ejemplo de heroísmo serio.

P.- ¿En qué cree usted?

R.- Creo muchísimo en la vida. Hay que celebrarla, como hace Eneas, que está en un viaje muy difícil y no sabe a dónde ir, cómo empezar, pero sigue. En todas las batallas hay que creer en algo, al menos en la batalla misma. No se va a ningún lado sin creer en algo. 

P.- ¿Hay héroes hoy como los de la Antigüedad? ¿Quiénes serían?

R.- Es difícil decirlo. Pero estoy segura de que hay héroes poco visibles. Pienso en quienes ayudan a los emigrantes. Pienso en los profesores. Pienso, en general, en cualquier persona que decide vivir de verdad su propia vida, ser fiel a lo que quiere ser.

Marc Bassets. El País, domingo 23 de abril de 2023.


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