sábado, 30 de noviembre de 2024

Otro lujo es posible.

Fábrica de marroquinería de Hermès en Riom. (Guillaume Amat)

Transmitir el conocimiento a las nuevas generaciones mientras se fomenta el empleo y el crecimiento de las regiones del interior de Francia. Así es como Hermès trabaja lo global: desde lo local. La plana mayor de Hermès se reunía, el pasado septiembre, en el patio de una antigua fábrica de tabaco cercana a Riom, en la región francesa de Avernia, para "cortar el lazo" y dar por asegurada su nueva marroquinería. "Es necesario crear belleza en entornos bellos, hacer que los artesanos se sientan bien", comentaba Axel Dumas, director ejecutivo de la marca, frente a unas 200 personas, artesanos y directivos. No es común que la apertura de un taller se celebre como un gran hito dentro de una gran firma de lujo, pero Hermès no funciona como el resto de las firmas: aquí el saber hacer es el centro de todo e importa tanto o más que el producto. Por eso en tiempos de descentralización y mecanización de los procesos, Hermès se ha desmarcado del resto con 23 centros solo de marroquinería en Francia (más de la mitad de ellos abiertos desde 2010) y tres nuevas sedes en proceso de creación y contratación.

En todos los casos, el estudio Tracks-Architectes se encarga de la rehabilitación  de edificios históricos en cada región, aprovechando al máximo el legado arquitectónico y los recursos de cada zona. El taller de Riom es un edifico considerado patrimonio histórico (construido en 1907 y cerrado en 1975) remodelado para que la luz natural sea el centro de sus instalaciones propiamente una fábrica sino un gran taller, dado el número de empleados que lo componen y la práctica ausencia de máquinas  que ayuden en el proceso.

En los 7.000 metros cuadrados del nuevo espacio de Riom hay 30 personas encargadas  de las labores logísticas y de oficina  y 250 artesanos  expertos en fabricar  dos de los modelos  de bolsos más emblemáticos de la casa: el Constance  y el mítico Birkin. Distribuidos en dos plantas, cada uno en un proceso concreto de las decenas que componen la fabricación de estos diseños, considerados los más lujosos del mundo, de la selección de pieles a los estrictos controles de calidad (hasta se les da la vuelta a los Birkin a mano, para comprobar que el interior es igual que el exterior ), pasando por el cosido a mano. Aunque mayoritariamente jóvenes, tienen edades diversas y casi todos proceden de la zona. Es decir, de esta pequeña ciudad de interior, de poco menos de 20.000 habitantes, o de los pueblos de los aledaños. En 2.004 Hermès abrió otro taller de marroquinería en Sayat, a 13 kilómetros de Riom. La elección  de la sede no es casual: desde la marca cuentan que necesitan  que las fábricas estén a menos de media hora la una de la otra para facilitar el diálogo y el intercambio de conocimiento entre sus artesanos. Ocurre así en todas las regiones francesas  donde Hermès fabrica sus productos, Es más, a los dos talleres siempre se les suma, también aquí, una escuela de formación, el École Hermès de Savoir Faire, acreditada por el Ministerio de Educación francés.

La marca colabora con instituciones como France Travail, Greta y, en este caso, con el liceo Desaix de Saint-Éloy-les-Mines para reclutar a los futuros artesanos. Esta estructura triangular, con dos talleres y una escuela a pocos kilómetros una de otra, está presente, por el momento, en nueve regiones francesas. No se trata solo de preservar la producción en proximidad, sino también, y sobre todo a la creación de empleo y al crecimiento de distintas zonas francesas afectadas por la escasez de recursos laborales de larga duración. Cualquier persona se puede escribir en la escuela, que ofrece, en el caso de Riom, maestrías en curtiduría, marroquinería o costura del cuero. 

Se puede ser global con una estructural empresarial basada en  lo local: de las cerca de 20.600 personas que trabajan en Hermès, más de la mitad, 12.900, lo hacen en Francia y un tercio de la plantilla global, es decir, 7.000 personas, son artesanas.

Leticia García. Icon. El País, 16 de noviembre 2024.

viernes, 29 de noviembre de 2024

La alfombra roja de Paco Ibáñez

Según nos has recordado en alguna ocasión, de muy niño ya cantabas a las vacas que pastaban en el caserío de tus abuelos maternos en Aduna, Gipuzkoa, e incluso emulabas, como un pequeño charro vasco al cantaor mexicano Jorge Negrete a oídos  de tu madre. Tiempo después, a tus 14 años, junto a ella y tus hermanos, cruzaríais los Pirineos clandestinamente, al encuentro de tu padre, exiliado en Francia. De él aprendiste el oficio de ebanista, que aún ejerces en tu pequeño taller con banco de carpintero, fresadora, gubias y cinceles.

Desde el principio de tu constelación de grabaciones discográficas, has sido solícito con los artistas pintores. Son memorables tus ediciones de poesía cantada  de la mano de la pintura y he tenido la alegría  de poder participar en la antología  Paco Ibáñez canta a los poetas andaluces, y también en un nuevo álbum que se llamará Érase una vez -será para niños, como tu dices, de 0 a 90 años-, que fui pintando durante la pandemia, coloreando aquellos días y tus canciones.

Algo profundo te ocurrió en París  en el año 1958 al leer La más bella niña, el poema de Luis de Góngora: su lectura se hizo música y con ella un poema engarzó a otro y otro, como un cesto de cerezas, y así llegaste a Federico Lorca, que has cantado como nadie. Con estos poemas aparece tu primer disco  en 1964 y tres años más tarde  una grabación con tus versiones cantadas de los poemas de Blas de Otero, Gabriel Celaya, Miguel Hernández, Francisco Quevedo y otros. Estos dos primeros discos, bellos tanto por su contenido  como por el diseño y la imagen de su funda, fueron cimientos de tu larga trayectoria como trovador de la poesía y simiente para un público ávido que ya azuzaba las espuelas en su galopar más allá del escenario y se alzaba en la platea  con un aplauso solidario en tu icónico recital en el teatro Olympia de París aquel diciembre de 1969.

Para entonces ya eras un símbolo de la resistencia cultural y un referente de la lucha antifranquista. Tus tres primeros discos, como tres soles de vinilo, forman parte de nuestra memoria colectiva.¡Y con qué clamor por la dignidad has dado respuesta a la dificultad de combinar vocación estética  con preocupación cívica!

Rebobino y me veo con 20 años viajando a París en 1973 para asistir  a uno de los conciertos  de Georges Brassens. Por un feliz azar conocí a Rogelio, tu hermano, que nos presentó, y cuando te conté el motivo de mi viaje de inmediato mostraste tu entusiasmo  por Brassens: para tí , me dijiste, fue el estímulo para musicar poesía. No pude imaginar entonces que aquel primer y breve encuentro sería el inicio  de una posterior y larga amistad sin fecha de caducidad.

Todo poema tiene su tiempo y su lugar; pero todo poema tiende a trascenderlos. Tu presencia ha sido un gran sí a la vida  y una voz de alarma ante la desigualdad , las enfermedades crónicas del poder o las guerras que, como escribió Valéry, siguen masacrando gente  que no se conoce para provecho de gente que sí se conoce -pero no se masacra-. (...) 

El año 1994 me pediste un cartel para tus recitales por la Península con el poeta Agustín Goytisolo bajo el el lema "La voz y la palabra". El teatro de Madrid donde actuabais se olvidó de encatelar y el día siguiente del concierto fuiste  acolgar los carteles  con tu compañera Julia: aún conservo las fotos que me mandaste. Fue en aquella ocasión que me atreví a sugerirte  la propuesta escénica que desde entonces ha sido norma en tus conciertos: una alfombra roja de cuatro por cuatro como plataforma mínima desde donde proyectar tus canciones: en ella has transitado por innumerables escenarios estos últimos treinta años. 

Frederic Amat. Babelia, El País, sábado 16 de noviembre de 2024.

jueves, 28 de noviembre de 2024

"Conquistadores". Fiebre del oro inca

Éric Vuillard (Lyon, 1968), premio Goncourt 2017 por El orden del día y premio Franz Hessel 2012 por La batalla de Occidente, también cineasta y guionista, consigue mostrar, en toda su obra, el cartón piedra del heroísmo de ciertas figuras inmortales de la historia. Conquistadores es una espléndida paradoja  desde su propio título. Que Francisco Pizarro, sus capitanes y mercenarios eran a la vez grotescos y sublimes cuando cruzaron los Andes en 1532 para arrasar el Imperio inca en Perú, nos indica que Vuillard pone el foco en el galope de los caballos, en las ciénegas y las selvas, el sudor y la sangre, la destrucción y, sobre todo en la codicia de los españoles. "El Nuevo Mundo fue una empresa de bastardos y niños golpeados", se dice en Conquistadores. Desde Castilla, desde Extremadura, sin linaje ni títulos, los pioneros embarcaban buscando la gloria y riquezas. "Decididamente, había muchos bastardos. Atahualpa lo era, Pizarro lo era, también Almagro".

Con el tiempo, el público de Vuillard ha ido descubriendo que cada novela suya no erige estatuas, ni eleva cantos elegíacos de ningún personaje histórico; más bien desintegra las aureolas míticas entrando en el meollo de los conflictos. Se aproxima a la Historia a través de los destinos individuales. El análisis de dos de esos destinos de ímpetu y honor es lo mejor de esta fulgurante narración de la aventura colonial española en el Perú, que acabó demoliendo la civilización inca. Por supuesto,  Pizarro, "conquistador, hijo bastardo de Gonzalo Pizarro Rodríguez de Aguilar, analfabeto y, como sugiere  López de Gómora, exporquerizo, hombre astuto cuando posee el mando", va a ser la personalidad principal y contradictoria, un héroe sanguinario de voluntad casi sobrenatural. Frente a Pizarro, el carácter gris, eficaz, paciente y, con el tiempo. resentido de Diego de Almagro, que tomó Cuzco y se acabó enfrentando a Pizarro en una guerra civil  entre los colonizadores: "Un puñado de hombres se disputaba de forma asombrosa un imperio del que ni siquiera conocían su lengua". La historia real respondía a una profecía incaica que anunciaba que tras dominar el país, los invasores se matarían entre ellos. Almagro se había conformado con ser el segundo, expedición tras expedición, relegado a misiones prácticas, "había cometido, sin pensarlo, su epopeya subalterna. Pero cada vez había sentido un poco de fastidio, un poco de ira que se tragó", dirá el narrador.

La novela está llena de fugaces apariciones de los incas y sus rituales. Para los conquistadores son solo sombras, salvó los jefes a quienes manipularán y acabarán torturando y convirtiendo en ruinas humanas en una cruzada que tuvo más que ver con la avidez de la riquezas del Imperio inca, también acosado por luchas internas, que con el intento de convertirlos a la cristiandad.(...)

Los bajos fondos de la Historia y las motivaciones más oscuras de los personajes reales es lo que le interesa a Éric Vuillard. Su formación de antropólogo, y sus estudios de postgrado en Historia y Civilización con la dirección de Jacques Derrida le llevan a cuestionar la cultura occidental y a mostrar las miserias  bajo las contradicciones. Conquistadores levantará ampollas entre muchos historiadores, pero no será la primera vez que Vuillard se enfrenta a estudiosos en desacuerdo con sus datos...

Lourdes Ventura. El Cultural, 15-11-2024.

miércoles, 27 de noviembre de 2024

Gabriele Münter, la amazona azul

Gabriele Münter

Como la alargada sombra que se asoma por los laterales de sus fotografías, así fue la vida  de Gabriele Münter (Berlín 1887-Murnau, 1962). Cofundadora del Der Blaue Reuter (El Jinete Azul) en 1911, el colectivo con sede en Munich que transformó el expresionismo alemán liderado por Vasili Kandinski. Fueron pareja durante diez años y ella la ganó un juicio por el que le adjudicaron la propiedad de 80 lienzos que él reclamaba y que ella había recatado del expolio nazi. El juez se los otorgó en compensación por no haber cumplido la promesa de casarse con ella.

Münter se redescubre ahora más luminosa que nunca  en esta interesante exposición, su primera retrospectiva en España y la primera que muestra su legado fotográfico, que itinerará a París, al Musée d'Art Moderne el año que viene y que se enmarca en el programa de sensibilización de artistas rescatadas del olvido del Museo Thyssen- Bornemisza.

Las pinceladas y los trazos afilados y certeros de Münter laten en las paredes pintadas  de azul turquesa oscuro, casi cobalto, y en la cuidada narrativa diseñada por Marta Ruíz del Árbol, su comisaria en España, que lleva tres años y medio investigando su vida y su obra, tratando de espigar sus fases y períodos para devolver a esta artista la memoria que le corresponde.

Nos cuenta Ruiz del Árbol, en un apasionado relato, su tendencia  por desvelar el enigma de los rostros , retratando y autorretratándose insistentemente. Así comienza esta exposición, con sus retratos a lo largo de los años. Gabriele Münter se deja ver en las ausencias, dando la espalda al espectador  mientras desayuna (El desayuno de los pájaros, 1934) o rema en una barca desde la que Kandinski nos mira desafiante ( Paseo en barca, 1910). De igual modo sucede en las fotografías  americanas  tomadas con su primera Kodak o retratándose como pintora: pinceles en mano,  enjoyada, portando un gran sombrero (Autoretrato  ante a un caballete, 1908-1909), piezas que nunca enseñará en público y que deja  a la intimidad de su taller . Münter desvela la vida cotidiana con sencillez y devoción , integrando los paisajes  que ve desde su ventana, la Revolución Industrial o las figuras de santos como iconos folk. Su práctica deviene deseo, el de mejorar y experimentar a lo largo de toda su vida , apuntándose incluso a clases de pintura con cincuenta años, dejándose empapar por los colores y arabescos de los pintores franceses como Matisse o Gauguin, también de Kandinski, pero manteniendo siempre su identidad, sin dejarse arrastrar por las modas...

Como podemos ver en la pintura que ilustra este texto, Mujer escribiendo en un sillón (Estenografía: Mujer suiza en pijama) de 1929, una de sus principales temáticas principales es la de "mujeres de una nueva época" que representan a los movimientos de emancipación  y la promesa ligada a ellos de la República de Weimar... Münter vivió  de modo independiente. En 1929 se trasladó  sola a París  para luego pasar 15 años de vida nómada por Europa, hasta que finalmente vuelve a la casa que compró  en Murnau. Münter fue, sin duda, una de ellas, precursora nuestra.

 María Marco. El Cultural, 15-11-2024.

martes, 26 de noviembre de 2024

Henri Cartier-Bresson. Watch! Watch! Watch!

Fotografía de Cartier-Bresson
©Fondation Henri Cartier-Bresson
Repetida y periódicamente se celebran exposiciones de Henri Cartier-Bresson (1908-2004) en museos y centros institucionales. Sin duda, el fotógrafo francés goza -a diferencia de otros profesionales- de un gran aparato de promoción que lo sitúa en los aparadores y en la actualidad mediática, aunque no siempre es fácil saber qué aportan esas exposiciones. En todo caso, la presente  es una caudalosa muestra de casi doscientas cincuenta fotografías que recorre cronológicamente  su trayectoria  desde sus inicios hasta sus últimos reportajes.

Cartier-Bresson posee diversas vertientes y la exposición presenta una visión poliédrica del fotógrafo, no obstante, él se vincula fundamentalmente al fotoperiodismo y a las revistas ilustradas. En los años treinta aparece un nuevo tipo de publicaciones periódicas realizadas especialmente  con fotografías, cuyo ejemplo más acabado fue la revista Life, fundada en 1936. en estas revistas se trataba de crear relatos, como una secuencia cinematográfica, realizados a partir de imágenes  con muy poco texto en los que la fotografía era la protagonista. Es el momento también de una nueva generación de cámaras fotográficas, tipo Leica, que eran manejables, ligeras y rápidas y posibilitaban una aproximación directa  e inmediata a la calle  y al espectáculo de la vida. Este es el punto de partida de Cartier-Bresson...

Cartier-Bresson fue también miembro fundador de la agencia Magnum (1947), una de las primeras cooperativas  en la defensa  de los derechos  de autor con la intención de controlar el uso  y la comercialización de su trabajo. Este es uno de los primeros síntomas  de la transformación del fotoperiodismo en obra de arte y de la autonomía  de la fotografía como forma de expresión.

Como fotógrafo, Cartier-Bresson  se asocia al principio  de "momento decisivo". ¿Significa una "fotografía al vuelo", "estar en momento y lugar adecuado" o "el don de la oportunidad" En 1952 se publica su foto libro The Decisive Moment, pero la versión francesa se titula Images à la sauvette (literalmente, imágenes a hurtadillas) que introduce otras connotaciones . Se ha dicho con razón que la fotografía de Cartier-Bresson resulta mucho más compleja que un golpe de azar. Él tuvo una formación como artista, posee el ojo educado: sus fotografías , por lo general, están construidas  y poseen una cuidada composición, es decir, no son casuales.

¿Cuál es el mensaje de Cartier-Bresson a la luz de esta caudalosa exposición? No sabría decirlo con exactitud. El fotógrafo sostenía que su trabajo  no tenía intencionalidad crítica o política -aspecto que, en general, aunque no siempre, es cierto. En su momento, sus reportajes sobre la URSS o la República de Cuba sorprendieron  a ciertos sectores por la ausencia  de un posicionamiento acusatorio . Una fotografía realmente opaca, como imágenes sin contexto. Acaso la manera de aproximarse a sus fotografías sea a partir de aquella categoría anunciada por Roland Barthes, el punctum. Aunque sea un aspecto ajeno a los comisarios de esta muestra, ante el silencio de la imagen, la fotografía se observa  a partir  de detalles "a hurtadillas" que, de una manera subjetiva, revelan una dimensión fantasmática de la imagen.

Centro KBR Fundación Mapfre. Barcelona. Comisario Ulrich Polhmann. Hasta el 26 de enero.

Jaume Vidal Oliveras. El Cultural, 25-10-2024.

lunes, 25 de noviembre de 2024

"En fanfare"/ Por todo lo alto

En fanfare, película francesa que se estrenará en Francia el 27 de noviembre, dirigida por Emmanuel Courcol y cuyo título ha sido traducido en español "Por todo lo alto", ha abierto el Festival Cineuropa en Santiago de Compostela, el 8 de noviembre, permitiendo a todos los asistentes al Festival disfrutar de esta estimulante película. En realidad el film se había estrenado en el Festival de San Sebastián, en septiembre.

Thibaute es un director de orquesta de renombre internacional que viaja por todo el mundo. Cuando se entera de que fue adoptado, descubre la existencia de un hermano menor, Jimmy, que trabaja en la cafetería de una escuela y toca el trombón en una pequeña banda de música.

Una película muy recomendable, no dejen de verla cuando aparezca en las salas comerciales.

Carmen Glez Teixeira

domingo, 24 de noviembre de 2024

"El único refugio que nos queda es la literatura"

Premio Goncourt 2015 por Brújula, Matías Enard (Niort, 1972) fue profesor de árabe en la Universidad Autónoma de Barcelona, y en el2016 recibió la Orden de las Artes y las Letras de Francia por su obra literaria. El escritor francés afincado en Barcelona publica Desertar (Random House), una novela en la que cuenta dos historias que en principio no tienen ninguna relación: la de un soldado que deserta  y la de un matemático de la RDA. 

P.-¿Cómo se le ocurrió  esa estructura dual de la novela?

R.- Todo empezó con la historia del matemático, elegí a este personaje para contar la historia del siglo XX con el punto de vista del 11S visto desde ahora. Pero estalló la guerra de Ucrania  y me di cuenta de que en ese relato faltaba otra forma de ver la violencia de la guerra y un contrapunto al otro relato.  Me dije:" Voy a escribir la parte invisible de la historia, que es la pregunta  de cómo puedes dejar la guerra atrás, qué significa la violencia de la guerra que uno lleva consigo". Imaginé el libro como una trenza de pelo con esas dos historias, no paralelas, pero entre las que hay como un baile. 

P.- Después de Ucrania, Gaza.

R.- A mí me afectó mucho la guerra de Ucrania, me deprimió ver cómo la guerra había vuelto a Europa de repente. Poco después de publicar el libro estalló lo de Gaza, y fue también un choque muy grande. Era como si el libro adquiriera más vigencia.

P.- Y decidió que no se sepa el nombre ni la nacionalidad ni la guerra de la que huye el desertor.

R.- Para que fuera una contraposición a la otra historia. La del matemático es muy precisa, tine muchos nombres y lugares, la del desertor es lo opuesto. Las únicas indicaciones son el paisaje  y las sensaciones; son lo sentidos los que nos dan indicios.

P.- Ha dicho que su novela es un intento de contar el siglo XX desde la perspectiva del XXI. La guerra es el denominador común.

R.- Guerras devastadoras, pero también traiciones, mentiras, utopías fallidas y sueños rotos que encarna el personaje de Paul Heudeber, el matemático, y su historia de amor con Maja, su esposa. Esa imposibilidad de ser fiel a algo hasta el final, que es lo que para mí caracteriza también al siglo XX, el de las grandes utopías e ideologías que fracasan. Menos las matemáticas, que siguen vigentes.

P.- De ahí su interés por ellas

R.- Al escoger un oficio para el personaje me gustó que fuera matemático, porque es  matemático un mundo utópico dentro del cual uno se puede encerrar y construir una torre mental donde vivir. Me inspiré en un matemático judío francés de origen alemán, Alexander Grothendieck, que ganó el equivalente al Nobel de las matemáticas y que acabó encerrándose en su propio universo matemático en un pueblo perdido del Pirineo; dejó cualquier contacto con el mundo. Es un buen ejemplo de cómo las matemática pueden funcionar como una especie de muro contra el mundo real.

P.- El desertor es un traidor, pero el matemático sería también una especie de traidor a la democracia.

 R.- Sí, exactamente.  Él y muchos comunistas  de la  de la época sabían lo que estaba pasando, que no había libertades, pero decían: "Esto es temporal, va a mejorar. Cuando ganemos la batalla al capitalismo todo irá mejor". Los comunistas funcionaban con este sueño de que un día todo iría mejor para la humanidad entera. Es lo que permite a Paul  quedarse en la RDA para ver el momento en el que el comunismo triunfará.

P.- En su obra hay una imposibilidad de conocer al otro, aunque creemos que lo conocemos, y una recurrencia a la violencia...

R.- El único refugio que yo veo es precisamente la literatura porque la información es demasiado rápida, la emoción es demasiado potente, no da tiempo para pensar; en cambio, la lectura es el espacio que más necesitamos ahora. Es la forma de entender al otro, la alteridad aparece en la ficción, es la forma de conectar con  el otro. Necesitamos la literatura más que nunca, y paradójicamente  está más débil a nivel de presencia, y quizá es porque los Gobiernos y el capitalismo global también la quieren controlar, porque saben que es el único espacio de libertad que queda.

Enrique Clemente. La Voz de Galicia, sábado 2 de noviembre de 2024.

sábado, 23 de noviembre de 2024

El puerto amurallado del sur de Francia rodeado por una laguna rosa

En plena Camarga, rodeada de un paisaje bellísimo que incluye unas surrealistas salinas rosadas y marismas que se extienden hasta el horizonte, Aigües -Mortes es una ciudad fortificada fundada en el siglo XIII que permite viajar a la época medieval. Esta joya conserva intactas las murallas y torres que la convirtieron en el puerto principal  de Francia en el Mediterráneo.

La fundación de Aigües-Mortes se remonta a 1246, cuando Luis IX buscaba un puerto seguro desde el que  lanzar sus cruzadas a Tierra Santa. Las murallas eran la clave de todo el proyecto urbano, por lo que el diseño  de sus fortificaciones, comenzado en 1272, no se finalizó hasta principios del siglo XIV: el resultado, casi dos kilómetros  de imponente murallas de caliza traída de las canteras de Beaucaire y Les Baux, reforzadas por torres defensivas y puertas monumentales. La propia Torre de Constance, emblema de la ciudad, fue residencia de Luis IX, también conocido como San Luis. Subir a la terraza regala una maravilla visual: la ciudad medieval y las salinas  rosadas al fondo.

Recorrer el camino de ronda permite imaginar cómo fue la vida en la ciudad durante las cruzadas mientras  se disfruta de los paisajes únicos de la Camarga. Dentro de las murallas, los talleres de artesanos y las galerías de arte animan las calles, mientras que la iglesia de Notre-Dame des Sablons sorprende a los visitantes con sus hermosas vidrieras contemporáneas, que llenan el espacio de una luz cambiante y colorida-

A un kilómetro y medio de las fabulosas murallas, aguarda el Salin de Aigües-Mortes, una salvaje reserva natural que suma 8.000 hectáreas de pura belleza. Con sus tonalidades que van desde le rosado hasta el blanco más resplandeciente, las salinas son un paisaje que parece transcender la realidad para alcanzar cotas más propias de una ensoñación. Si embargo, la sal ha sido cosechada en esta zona desde tiempos remotos y aún en la actualidad es una industria importante.

Las opciones para un safari apasionante por las salinas incluyen desde paseos en tren, a recorridos en bicicletas, caminatas guiadas o excursiones  sobre bellos caballos de la Camarga. Además de deleitarse con la belleza natural, y la espléndida diversidad del lugar los visitantes podrán conocer  más sobre la producción de la sal , y la espléndida biodiversidad  del lugar: en verano, miles de flamencos rosados pueblan la región. Parece que sus plumas se tintan con el rosado de las salinas.

José Alejandro Adamuz, National Geographic, 14 de noviembre de 2024.

viernes, 22 de noviembre de 2024

El pop intimista de Pauline en la Playa cumple 25 años

Librería Paradiso en Gijón.

La librería Paradiso en Gijón, parece más llena de libros que de otra cosa. No menos importantes son los vinilos. Fundada por José Luis Álvarez a finales de los setenta, Paradiso ha acompañado a las corrientes contraculturales de cada época, desde el progresismo posfranquista  hasta el Xixón Sound, que llenó de música indi e inquietudes artísticas los años noventa en la ciudad norteña. Dos figuras destacadas de aquella movida son Alicia y Mar Álvarez, de 45 y 50 años, respectivamente, hijas del fundador, que aparecen por la puerta sacudiendo los paraguas.

En este escenario, rodeadas de cultura se criaron las dos hermanas. "Nuestro contagio con la cultura fue ambiental", dice Mar, "en casa había piano, guitarras... No teníamos presión por leer y ver películas, pero era inevitable hacerlo". En los noventa despuntaron como parte del exitoso grupo femenino Undershakers (Mar tenía 19 años, Alicia, 14) y cuando se fue apagando montaron el proyecto que llega a la actualidad: Pauline en la playa, nombre tomado de la célebre película de Eric Rhomer. Era una de esas películas en VHS que había en la casa familiar; y el costumbrismo del francés se ajusta bien al espíritu de la banda . Armonías vocales, melancolía, letras poéticas, gran cuidado por la melodía. Delicadeza. Son sus coordenadas. Con su nuevo y octavo disco, Los días largos, publicado ayer, cumplen 25 años.

El primer single de su nuevo trabajo, Yo podría ser John Wayne, tiene un aire a western fronterizo, no así el resto. "No nos hemos vuelto country de pronto, como Beyoncé", bromean. Lo suyo es un pop intimista, de autor, que tiende al ensueño y la nostalgia. En sus inicios las comparaban con el dúo de pop Vainica Doble. Si en otros trabajos tiraron de arreglos de cuerda y viento, aquí tomaron protagonismo los sintetizadores. Todo orquestado junto al productor Luca Petricca, y culminado con la poesía marca de la casa.

¿De dónde surgió aquello del Xixón Sound? Cuentan las Pauline que la ciudad tenía fuerte tradición musical, pero que en los noventa llegaron nuevos aires de fuera que se alejaban del pop español tradicional. "Era el contexto social de la reconversión industrial, una generación que, como todas, reacciona a lo anterior , y un posicionamiento independiente. A aquellos chavales nos interesaba hacer las cosas por nosotros mismos", dice Alicia. De aquel fermento juvenil salieron bandas como Australian Blonde, Manta Ray, Doctor Explosión, Nosoträsh, Penelope Trip, etcétera, o, en una segunda ola, el cantautor Nacho Vegas. Aunque las bandas eran musicalmente heterogéneas, el público era común,  y no le hacía ascos a un estilo o a otro.

Posteriormente ha habido una revisión del indie noventero en general, al que se le ha criticado, además del frecuente uso del inglés, la falta de compromiso político en tiempos lejanos  al estallido , en 2008, de esta crisis sostenida. "Yo en eso no estoy nada de acuerdo", salta Alicia, "aquí había conciertos de apoyo a los trabajadores  de Naval Gijón o por la insumisión. Los bares indies, como el Guetu, donde parábamos todos, estaban llenos de convocatorias  de manifestaciones, y muchos seguimos implicados en muchas cuestiones. No me creo ese estereotipo de los jóvenes hedonistas que solo miraban para su ombligo".

Sergio C. Fanjul. El País, sábado 9 de noviembre de 2024.

jueves, 21 de noviembre de 2024

Éranse una vez las fechas

Siempre es divertido preguntar a una pareja reciente  cuánto tiempo llevan juntos y encontrar  dos respuestas distintas. Muchas veces acaban acordando una fecha  más o menos convencional. Los países y la historia actúan  de manera similar, y en Fechas  que hicieron historia Patrick Boucheron trata de analizar como algunas fechas y hechos adquirieron su carácter de hito. "Cada relato", escribe Boucheron, profesor del Collège de France y especialista en historia medieval. "se transforma en una intriga metodológica". El volumen no es "una sucesión de hechos sino una miscelánea de problemas".  Muestra el proceso: los acontecimientos y el contexto en que se produjeron , las razones  por las que se ha adoptado una fecha y la verosimilitud de la datación, as fuentes que alimentan el relato y la literatura e iconografía que ha generado. También propone interpretaciones: el significado que se desprendía originalmente, las transformaciones  interpretativas  (la caída de Roma ya no es lo que era, explica) y una lectura contemporánea estimulante.

Los capítulos, breves y ágiles, nacen de los guiones de su serie televisiva Quand l'histoire fait dates. Boucheron propone 10 formas de construir un acontecimiento y 30 casos, desde la cueva de Lascaux a la liberación de Nelson Mandela, pasando por la muerte de Alejandro Magno, la batalla de Alesia, la crucifixión de Cristo y la Hériga de Mahoma, la peste negra, el descubrimiento de América, la batalla de Panipat y las memorias de Babur (escritor pionero en la invención de la subjetividad). el asesinato de Enrique IV, la masacre de París o el viaje  del mansa Musa  desde Malí a La Meca). Muchos episodios  pertenecen a la historia europea y particularmente a la francesa, aunque también aparecen bastante Asia y África (de América solo hay tres historias). Muchos episodios pertenecen a la historia europea y particularmente a la francesa, aunque también  aparecen bastante Asia Y África (de América solo hay tres historias). La relación entre Occidente y Oriente es uno de los grandes temas del libro; la inmensa mayoría de los protagonistas son hombres. 

En sus cartas historiográficas, a veces Boucheron analiza acontecimientos célebres y otras no tanto; en ocasiones, argumenta que lo que consideramos central (la toma de la Bastilla) era menos importante que otro episodio menos visible (el Juramento del Juego de Pelota). Todos los capítulos incluyen un apartado sobre lo que ocurría en el mundo y una pequeña bibliografía comentada. 

Boucheron , que dice que pretende "restituir  a la historia su dinámica a largo plazo", es un narrador habilidoso. Explica con claridad los problemas y reivindica la importancia de lo imaginario en la historia y la memoria colectiva. Describe la invención de los terrores del año 1000, la influencia de las apariciones marianas en la historia de las cuevas de Lascaux, reflexiona sobre las ruinas y estudia cómo para examinarlas antes que nada hay que destruir. Muchas de las conquistas son más procesos de aculturación que victorias militares, los manuscritos se pierden y sus ecos llegan traducidos y transformados  en casi todos los casos, nos cuenta Bucheron, hay azar y malos entendidos. Ligero y deliberadamente esquemático, Fechas que hicieron historia ofrece una mirada sugerente  y entretenida sobre las paradojas de la historia.

Daniel Gascón. Babelia. El País, sábado 9 de noviembre de 2024

miércoles, 20 de noviembre de 2024

El contrato conyugal de Catherine Robbe-Grillet

Catherine Robbe-Grillet. (Foto; Eric Hadj)
José Lázaro construye alrededor de la pactada relación de dominio y sumisión del matrimonio Robbe-Grillet una reflexión teórica amplia y plural sobre el alcance y profundidad del sadomasoquismo.

Fue el marqués de Sade, un hombre de vida desdichada, quien defendió la convicción  de que la filosofía  debía decirlo todo. Solo así se sembrarían rosas en el camino de espinas  de la existencia. Sade ha quedado como referencia en la teorización  del dolor y el castigo como vías de acceso a una forma de placer desconocida. La referencia no es banal al reseñar el interesante ensayo El contrato de prostitución conyugal. Catherine Robbe-Grillet, centrado en la reflexión sobre el sadomasoquismo, distinguiéndose su carácter lúdico y atrevido de sus dimensiones enfermizas. El tema es inhóspito, causa  en muchas personas  un airado rechazo inicial, hasta el punto de nublar  cualquier intento de compresión. Porque lo cierto es que escapa a un sentido razonable de las cosas. José Lázaro fuerza ese umbral de (in)comprensión invitándonos a pensar en un tema que no deja de proyectarse en uno de los ejes de las relaciones sociales, el eje dominio-sumisión, invadiendo este todas las esferas de la vida.

¿Cómo se vertebran nuestras relaciones, nuestra vida mental y cómo todo ello repercute en nuestra vida sexual? ¿Es posible que en las formas del amor más intenso, placer y dolor convivan en el pozo de una misma pasión? La aguja de navegar de Lázaro es Catherine Robbe-Grillet. Merece la pena detenerse en su trayectoria, sobre toda la vital, porque esta mujer de apenas 1,50 metros, nacida en 1930, y de apariencia bondadosa ha mostrado una gran inteligencia a la hora de gestionar  una experiencia muy poco convencional que a muchas otras mujeres hubiera arrojado  en brazos del victimismo o de la venganza.

Unos meses después de su matrimonio con el novelista Alain Robbe-Grillet, el autor de La celosía le propuso la firma de un acuerdo de sus relaciones que incluían su derecho a ejerce el pleno dominio sexual  sobre su mujer a cambio de una remuneración considerable. Catherine nunca firmó aquel documento, aunque le sacaría partido. Jeune mariée. Journal 1957-1962 (2004) y Le tit carnet perdu (2007). De su comportamiento sumiso con Robbe-Grillet -solo en el dominio de la esfera sexual -descubrió o aprendió a descubrir, el placer que le proporcionaba ser una dominatriz con otras personas, que solicitaban de ella su conocimiento del bondage y de otras disciplinas, siempre en su caso muy teatralizadas, con guiones, trajes y decorados.

A los 88 años, fallecido el escritor, se casó con Beverly Charpentier, una mujer mucho más joven que ella. Ambas han sabido fundir sus familias  en una nueva estructura envidiable por la armonía y tolerancia que desprende Catherine en sus textos o Beverly en sus declaraciones a José Lázaro. Aquí Catherine Robbe-Grillet hace referencia  al amor  que hubo en su matrimonio , a quien dedicó un sugerente libro (Alain, 2012) comparando su relación con la establecida por Sartre y Simone de Beauvoir. Ahora sabemos que, a pesar del empeño  de la autora de El segundo sexo por construir una relación idílica con el filósofo, apenas funcionó. "No hubo una verdadera franqueza entre ellos  y cuando una pareja acuerda  darse libertad mutua por las razones que sea, ahí la sinceridad es decisiva", comenta Catherine...

Anna Caballé. Babelia, El País, sábado 9 de noviembre de 2024

martes, 19 de noviembre de 2024

Del lienzo a la escultura, cuestión de Matisse

Desnudo apoyado sobre las manos de Henri Matisse.
© Succession Henri Matisse/VEGAP/2024
"Me gusta modelar tanto como pintar. La búsqueda es la misma, así que cuando me canso de un medio paso a otro". Son palabras de Henri Matisse en una carta fechada  en 1913. Con el eco de esa frase, la Fundación Canal presentó ayer en Madrid la exposición Matisse. Metamorfosis. Esculturas y dibujos, una completísima muestra de esa otra vertiente tridimensional del artista, que se podrá ver gratis hasta el 12 de enero.

"Es una exposición  nunca vista en España, que muestra el carácter múltiple del artista  y que bucea en muchas de sus facetas", comenta Aymeric Jeudy, director del Museo Matisse de Niza, que ha estado acompañado por Sandra Gianfreda, comisaria del Kunsthaus Zürich; Eva Tormo de la Fundación Canal; Christian Ruiz Orfila, director de Arte y Cultura de la fundación, y Popy Venzal , comisaria  asociada de la exposición en colaboración con el Museo Matisse de Niza y el museo Kunsthaus Zurich, y que cuenta con el apoyo de Manifiesto Expo.

Para Venzal hay tres causas de que esta faceta escultórica de Matisse sea tan desconocida, "La primera es el pequeño tamaño de las esculturas", cuenta. Es cierto: las que se pueden observar en la muestra de Canal varían entre ocho y 40 centímetros, un formato poco espectacular. "La segunda, que son muy pocas". En concreto, 84, de las que en la sala madrileña se podrán ver 33. "Por último, muchas veces, estas esculturas son consideradas estudios, tentativas del artista, no obras acabadas", cuenta Venzal, que, sin embargo se opone frontalmente a esta idea. "Si se las considera estudios es porque en la superficie se ve el trabajo del artista, las marcas físicas de su modelado en la arcilla", explica, "aunque esto es de forma consciente. Quiere que se vea la huella del trabajo". Es similar a como pintaba, y demuestra la pertinencia de la frase inicial del artista: "La búsqueda es la misma" . 

La muestra se divide en tres salas . La primera está dedicada a las esculturas de menor tamaño. Todas ellas resumidas en tres grandes poses: figuras agachadas, figuras reclinadas y figuras con los brazos levantados. Una sal que se abre con el diálogo entre una escultura de Matisse y otra de su amigo Aristide Maillol, dos mujeres desnudas que abrazan sus piernas. Venzal vuelve al trazo grueso, a las heridas de la superficie. "Vemos en todas las esculturas gestos de modelado que consiguen que la luz se refleje  de manera viva. Y el accidente se asume", explica señalando una figura femenina que perdió un brazo cuando Matisse sacó el modelo de arcilla de su bolsillo. 

Menos una, todas las esculturas son femeninas. Las figuras reclinadas demuestran la importante "fuerza erótica y el pensamiento sobre la muerte, relevante en su obra", cuenta Venzal, que explica como el artista pasaba de un medio a otro señalando una escultura de su mujer, Amélie, al lado de un bodegón dibujado por el artista en el que, junto a un jarrón con flores aparece esa misma escultura. La muestra también cuenta con dibujos, litografías y un lienzo del artista. Y en varias de esas obras  hay pequeñas esculturas, que dan a esa presencia humana sobrevenida una escala humilde. Para completar la exposición, se exhiben fotografías de revistas artísticas que a principios del siglo XX hacían posar a modelos con una dimensión erótica.

"Es una postura llena de ambigüedad, una figura de intimidad e iconografía vinculada al dolor, a una dimensión espiritual", explica la comisaria sobre las figuras con brazos levantados. Esa primera sala se cierra, si hablamos de cuerpos con los brazos levantados con la figura de las figuras: un Cristo crucificado, estirado, sereno, apaciguado, "un cuerpo frágil paro sin rastro de dolor", en palabras de la comisaria que Matisse creó mientras trabajaba  en la capilla del Rosario en Vence en 1949...

Jorge Morla. Madrid, 22 de octubre de 2024.Babelia. El País.






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lunes, 18 de noviembre de 2024

"En la alcoba del sultán"

Maravillosa rareza sobre la utopía del cine. A veces, son las máquinas que encierran la poesía del mundo. Una de esas máquinas llegó a principios del siglo XX a Marruecos de la mano de Gabriel Veyre, inventor y operador  de cámara de los hermanos Lumière. Siguiendo su pista la última película del director español Javier Rebollo recupera a una figura del primitivo cinematógrafo para componer a través de su aventura africana una oda a la magia y ala utopía del cine.

En la alcoba del sultán es una delicada y estimulante rareza dentro del panorama  de cine español, una feliz extravagancia que habla de una peripecia real  en un país exótico imaginario, El País de Nour que en árabe significa luz. Allí, un joven sultán que lleva calcetines rojos se enamora de la misteriosa máquina llegada de Europa. Las imágenes de su reino, coloristas y naífs, remiten tanto al orientalismo  de Passolini en películas como Medea o Las mil y una noche como a las simetrías y personajes del cine de Wes Anderson. También, mediante la tipología de los rótulos y su aire de lejana fantasía, al cine de aventuras del viejo Hollywood. Ese cruce inclasificable encuentra un lugar propio en esta película humilde, surrealista y alegre, alejada de toda nostalgia. 

Pero Rebollo añade una capa  más alegórica y fantasmal en la que el cine entra en contacto con espectros y fumadores de opio. Veyre, adicto a los efluvios de la amapola desde una estancia en Japón, se adentra así en otro sueño: el supuesto invento de otra máquina  capaz de demostrar el alma de las imágenes. 

Co su maravilloso conjunto de archivos documentales, fotografías y postales de época, y hasta su discreto lamento por la pérdida de la inocencia, acaba siendo una película feliz  sobre el misterio del cine que se acerca con humor y sencillez a sus ideas, abiertas a cualquiera. Una película sabia, singular y disfrutona, como esos cuentos populares sobre mitos y leyendas a los que ahora hay que sumar la azarosa vida de Gabriel Veyre, al sultán Abdal- Aziz de Marruecos y a la máquina de los sueños.

Elsa Fernández Santos. El País, viernes 15 de noviembre de 2024.

domingo, 17 de noviembre de 2024

Georges Didi-Huberman. Filósofo de la imagen. "En el aire conmovido"

Georges Didi-Huberman //EFE

Eran cuatro fotos tomadas clandestinamente en un crematorio de Auschwitz. Se sabe poco de su autor : fue un judío griego llamado Alex, miembro de la Sonderkommando, las unidades de los prisioneros obligados por los SS a hacer funcionar las cámaras de gas. La película llegó a la Resistencia polaca y en 2001 se expuso en París. Dos años más tarde, el filósofo e historiador del arte Georges Didi-Huberman (Saint-Étienne, 71 años) dedicó a esas instantáneas, único testimonio visual conocido sobre el exterminio en los campos nazis, un ensayo controvertido y seminal, Imágenes pese a todo. Es solo uno de los 60 libros firmados por este experto en la cultura visual de nuestro tiempo, uno de los  más influyentes del presente y ahora comisario de la exposición En el aire conmovido... que se inaugura el miércoles en el Museo Reina Sofía de Madrid y se podrá ver hasta el 17 de marzo de 2025. Después la muestra se trasladará  al Centre  de Cultura Contemporánea de Barcelona (CCCB).

Con más de 300 obras de 140 artistas, la muestra está pensada  como "una antropología política en clave poética" sobre "la fuerza transformadora de las emociones". El título proviene de un verso del Romance de la luna, luna, poema del Romancero gitano de Federico García Lorca, cuyo manuscrito original forma parte  de esta exposición exigente y ensayística, acompañado de obras de Rodin, Giacometti, Miró , Dalí y su admirado Goya. "Todo empieza con él decía el historiador esta semana durante el montaje  de la muestra en Madrid.

P.-Dice que cada uno de sus proyectos comienza con una obra de Goya. Por qué?

R.- Goya es el máximo exponente  de la unión entre la luz y la sombra. Es el pintor del claroscuro también en el sentido moral. Siendo un hombre de la Ilustración afirmó que sus imágenes tenían una función crítica, la de arrojar luz, pero después introdujo la sombra en cada rincón. Reflejó la razón  y los monstruos de la razón. Su  grandeza  filosófica es capital.

P.- ¿Nuestro siglo sigue siendo goyesco en ese sentido?

R.- No lo creo. Su visión de la sociedad, la historia, las creencias y la necedad del mundo era minoritaria  en su época y lo sigue siendo hoy. Por desgracia, no miramos como Goya. Miramos más bien como Spielberg...

P.- Dedica su exposición a las emociones, en un mundo, el del arte contemporáneo, que suele preferir la frialdad.

R.- No estoy a favor o en contra de la emoción. Las emociones en sí no son nada, lo que importa es en qué las conviertes. ¿Quieres que deriven en un cuadro de Goya o en discurso  de Trump? La culpa es de quienes les dan mala imagen. Yo creo que no hay que renunciar nunca a la emoción, incluso por ética. Quien renuncia a sus emociones las reprime. Y quien reprime sus emociones es siempre alguien muy peligroso.

P.- 20 años después de Imágenes pese a todo, ¿cree que ha ganado usted o quienes lo criticaron? Claude Lanzmann, por ejemplo, decía que representar el Holocausto era trivializarlo.

R.- Estando involucrado en esa polémica no voy a decir quién ganó. Pero la cuestión sigue ahí -, igual de vigente...

P.- Lo que le pregunto es si se ha impuesto la censura de lo abyecto o la libre circulación  de las imágenes, incluso cuando son insoportables.

R.- Ese debate  nunca acabará. El otro día hablaba con una psicoanalista lacaniana y chocamos de inmediato. Me decía: "No debe haber imágenes del Holocausto, no es posible que las haya". La cuestión es que históricamente  sí ha sido posible. Las imágenes existen, y me interesa saber cómo dialogan con lo real.

P.- ¿Qué vemos hoy en Gaza, Líbano y Ucrania? ¿Qué representación de estos conflictos se nos ofrece?

R.- Entiendo que, como periodista, quiera terminar la entrevista con un toque de actualidad, pero no le voy a contestar...

P.- No se preocupe,  que aún no hemos terminado. Solo vamos por la mitad.

R.- Lo que llega de Gaza cada día me consterna, me deja abatido. Pero, para mí, no es el momento de juzgarlo. Hay que esperar. Se nos exige que tomemos partido con urgencia y mi inteligencia política no funciona con esa inmediatez. Algún día hablaré de ello, pero trabajo con retraso respecto a la actualidad. Walter Benjamin quedó muy impactado por la Guerra Civil, pero nunca habló de ella.

P.- ¿No es el papel de un intelectual comentar el presente?

R.- Sí, se nos pide que juzguemos la actualidad y predigamos el futuro. Para mí, nuestra función es buscar nuestras raíces históricas, entender el futuro desde un pasado... 

P.- "Hay que mirar con ojos de niño y pedir la Luna", dijo Lorca. ¿Esa es su forma de ver el mundo? 

R.- Sí, con ojos de niño. Y, a la vez. con los de un hombre ilustrado que conoce el arma sutil de la crítica.

Álex Vicente. El País, 3 de noviembre de 2024. 

sábado, 16 de noviembre de 2024

La huella gallega en el CERN

La delegación gallega en el CERN.

Se trata de uno de los grandes centros de investigación europeos, conocido sobre todo por su acelerador de partículas, y en él hay una marcada huella gallega. No solo porque en la actualidad hay 40 doctorandos trabajando en sus tesis, ni porque la jefa del departamento de infraestructuras, la gallega Mar Capeáns, lleva 30 años desarrollando allí su labor. También diversas empresas e instituciones procedentes de Galicia prestan servicio en la Organización Europea para la investigación nuclear, el CERN.

Una delegación encabezada por el consejero  de Ciencia, Román Rodríguez, y el rector de la USC, Antonio López, y formada por representantes de diversas empresas, así como responsables del IGFAE y el Cesga, y la directora de GAIN, Carmen Cotelo, han viajado a Ginebra para conocer en qué consiste esa huella gallega en el CERN.

Plexus Tech, compañía tecnológica especializada en servicios y productos IT, con sede en Santiago, es la proveedora en el CERN del desarrollo de tecnologías para sus servicios. Horta Coslada, firma de construcciones metálicas con sede en Arteixo, participa en uno de los proyectos estrella del CERN, conocido como DUNE, en el que se encarga de la fabricación de la estructura metálica de dos criostatos, dispositivos que se utilizan para mantener bajas temperaturas.

Gabadi, ubicada en Narón, es una de las principales empresas del sector naval, y se encarga  de la fabricación  y reparación  de tanques de membranas en las instalaciones de Italia y de Suiza, y además, ha participado  en más de 13 proyectos realizados por el CERN. Y Thune Eureka, una proveedora arousana de servicios de fabricación de bienes de capital, realiza en la actualidad un molde diseñado para la impregnación de nuevas bobinas de repuesto para los sistemas de propulsión de dipolos.

La jornada de trabajo ha incluido una visita a las instalaciones, viendo, por ejemplo la contribución  que están haciendo Horta Coslada y Gabadi al proyecto DUNE, un sofisticado megaproyecto basado en aceleradores de partículas y el más importante después del LHC.

El Cesga mantiene una comunicación fluida con el CERN desde año 2004 prestando soporte computacional a los grupos de investigación gallegos que colaboran con el experimento LHCb, uno de los detectores del que es el mayor acelerador de partículas del mundo, y que da servicio de almacenamiento, procesamiento y análisis de datos de los sensores instalados en el LHC.

Durante la visita también se ha mostrado el trabajo que realiza el Instituto Galego de Física de Altas Enerxías (IGFAE), que también es un activo colaborador del CERN. De hecho, hay en este momento 40 miembros de la institución adscrita a la USC trabajando en el laboratorio europeo. El IGFAE mantiene una estrecha colaboración en áreas de investigación científica y en el ámbito de la divulgación.

Tamara Montero. La Voz de Galicia, sábado 2 de noviembre de 2024.

viernes, 15 de noviembre de 2024

Una travesía en el desierto

Francis Kukdjian (Foto: Dior)

Francis Kurkdjian, nariz de Dior, se ha enfrentado a uno de los mayores retos de su carrera: el relanzamiento de Sauvage, el perfume más vendido de la maison. La estrella de la perfumería nos recibe en un lujoso páramo de Utah. Calificar a Francis Kurkdjian (París, 55 años) como un hombre detallista es quedarse muy corto. Creador artístico pero con mente matemática, como el mismo asegura, antes de entrar a trabajar en Dior el perfumista hizo una investigación a fondo sobre la casa francesa. Parecía que era él quien iba a contratarla y no al revés. Pasó un mes preparando una guía de 12 páginas de todos los puntos de interés, desde sus perfumes más famosos hasta sus boutiques. "Compré.  También online para ver como era el proceso. En París fui a tiendas, de comprador en la sombra", recuerda ahora, sentado entre las inmensas rocas del desierto de Utah (Estados Unidos). Han pasado ya más de tres años desde que entregó al presidente de Dior ese libreto con sus sugerencias y peticiones, incluida la lista de todo lo que estaba dispuesto a cambiar si le fichaban. Lo hicieron. Y ha cumplido buena parte de la propuesta. Ahora se enfrenta a uno de los mayores retos de la casa: el relanzamiento del perfume más vendido no solo de la maison, sino del mundo, tanto femenino como masculino, del que lanza su versión Eau Forte. Un desafío para las ventas, el sector y la propia empresa. ¿Le preocupa que a la gente no le guste? "No me importa", afirma, alto y claro. " Esto no va de la gente, sino de la casa. ¿Es bueno para Dior, es lo que necesita? Si piensas en la gente, te olvidas de la marca. El icono es el producto".

La determinación de Kurkdjian es casi legendaria en la industria. Serio y riguroso salpica su discurso de titulares que siempre matiza, como que merece el puesto, que no todo el mundo es capaz de hacer su trabajo o que no le gusta que se diga que tiene suerte, sino que es audaz. En el mundo de los perfumes su nombre empieza a ser tan célebre como las esencias de los frascos que rellena. Ha transcendido el reducto de los más entendidos y ya casi ha calado entre el público como un icono. Nada de esto le importa lo más mínimo. "Hago mi trabajo lo mejor que puedo". "Lo que importa es ir más allá de los límites. María Callas lo dijo una vez de una manera muy bonita": que estaba al servicio de la música. Si en mi nivel puedo hacer eso, seré feliz".

Kurkdjian se deja fotografiar durante la presentación de Sauvage Eau Forte en un rincón remoto del medio Oeste estadounidense, el hotel Amangiri de Canyon Point (Utah), hasta donde viajamos invitados por la marca. El de los perfumes es un importante mercado que movió según Statista, 58.000 millones de dólares en 2023 y que se espera que siga creciendo, sin techo, alrededor de un 3% cada año; Dior, parte del grupo LVMH (cuya división de fragancias creció un 12% n la primera mitad  de 2023, superando los 4.000 millones de dólares, según Forbes), ha escogido uno de los hoteles más exclusivos del mundo para presentar este lanzamiento ante una veintena de medios internacionales...Su nombre ya resonaba  en la industria porque con 26 años dio vida a un clásico inmediato, Le Male, de Jean Paul Gaultier, que sigue vendiéndose a buen ritmo tres décadas después. "Estar en Dior es muy fácil en comparación con lo que he hecho antes, desde que tengo 25 años". "Es fácil porque tengo el conocimiento de lo que hago, de los materiales, las fórmulas, las historias, de entrenar a la gente.  Entrar en la casa francesa ha sido la guinda del pastel": "Porque hago lo que quiero, y si necesito algo solo tengo que pedirlo. Hay mucho que hacer, no es fácil, pero tengo lo que necesito para hacer mi trabajo como quiero".

María Poncel. El País Semanal

jueves, 14 de noviembre de 2024

El amor y la eternidad

Nadie hizo caso a Una temporada en el infierno (1873), el único libro que Rimbaud (1854-1891) publicó en su vida. Probablemente en 1874 escribió unos textos en Prosa que, tras complejo periplo, aparecieron en forma de librito (plaquette), con prólogo de Paul Verlaine, antiguo amigo y amante. Su título: Iluminaciones. Hacía tiempo que Rimbaud estaba instalado en Harar, Etiopía, dedicado al comercio de armas, sin querer saber ya nada del mundo literario. Nunca jamás volvió a escribir poesía -cartas sí, a su familia sobre todo, oscuras y desgarradoras- y ese misterio -el silencio total y para siempre- se ha incorporado a sus creaciones, sobre las que pesa la radiación  que sigue emitiendo su insondable renuncia a los 20 años.

Y si su renuncia es misteriosa, sus creaciones no lo son menos, llenas de visiones y de sueños, sin metrónomo alguno pero con experiencia a raudales, creando simetrías y percusiones deslumbradoras. Ahora es más difícil ver la novedad en que se transmutaron sus experiencias, de una rebeldía inconmensurable,  prima hermana de Baudelaire -su maestro-. Vistas las cosas en su momento, la originalidad es tal que no cesan las preguntas sobre esa dimensión inabarcable del genio que pone en circulación  lo inimaginable (o casi) antes.

"La región de la que vienen mis sueños se despliega en un lenguaje brillante y su poder de evocación es inmenso.  A veces, al final del poema, para certificar esa condición onírica, se anuncia el despertar -"Al despertar era mediodía"-, y, al mismo tiempo, como si los sueños fueran liberaciones, se teme no regresar más a ellos: "¿Qué brazo bondadoso y qué hermosa hora  me devolverán a esa región? Y junto a ese mundo alado, feérico -"Cabalgata de hadas"- y otras no tanto, se abren paso anhelos en los que se asienta "el reposo iluminado", y, con él, "el amigo... la amada... la vida", como en el portentoso comienzo del poema 'Veladas'.

Una de las ilustraciones de Frederic Amat
de la edición de "Iluminaciones".

Por eso, si escarbamos, nos damos cuenta  de que en estos poemas hay una lucha de opuestos, de euforias y abatimientos, de éxtasis y abismos, y acaba por imponerse la apelación a la Armonía, a la Belleza, al Amor, frente a sus contrarios, que también campan con feroz influencia: la Angustia, la Desolación. el Atroz Escepticismo, la Indigencia, la Miseria, la Locura... Cierto, resuena con fuerza ese "Espero convertirme en un loco peligroso", típico de un nihilismo sin horizonte pero, a la vez, en su contra hay, casi al comienzo, una potentísima innovación al "nuevo afecto" o al "nuevo amor" que cuaja, al final, en un poema magistral ('Genio'): Él es el afecto... Él es el amor... y es la eternidad". El afecto y el amor son ternos; sus contrarios, no. Como suena.

¿Y cómo se llega a esas cimas, donde esa clase de sublimidades -tanto estéticas como éticas- resplandecen" Mediante la memoria y los sentidos: "Tu memoria y tus sentidos no serán sino alimento de tu impulso creativo". Muchos firmarían esto, pero, entre ellos, se me ocurren algunos genios: Chéjov, Joyce, Proust (además del pionero William Wordsworth, por supuesto).

Edición perfecta: muy buena y limpia traducción de Miguel Casado e inspiradas ilustraciones de Frederic Amat.

Ángel Rupérez. Babelia, El País, sábado 9 de noviembre de 2024. 

miércoles, 13 de noviembre de 2024

Bénédicte Savoy, invitada por el Museo del Prado

Bénédicte Savoy. (Foto: Maurice Weiss)

Bénédicte Savoy (París. 52 años) es la máxima autoridad europea en el arte expoliado y su restitución. Profesora de Historia del Arte en la Technische Universität de Berlín, donde nos recibe una tarde de septiembre en medio del caos generado por una alarma de incendio, esta especialista ha sido la principal impulsora de la devolución de las obras saqueadas en las antiguas colonias africanas. En 2018 coescribió, junto al economista senegalés Felwine Sarr, el informe Sobre la restitución  del patrimonio cultural africano, un encargo del presidente francés Emmanuel Macron, texto de aspecto burocrático  que acabó siendo decisivo en el debate sobre la descolonización de los museos.

 Su principal recomendación, entonces explosiva, consistía en devolver toda obra u objeto a su lugar de origen cuando existiera alguna duda sobre la legalidad de su procedencia. Se interpretó como una utopía maximalista que terminaría criando polvo en un cajón, pero acabó siendo el catalizador de un cambio sin precedentes. En pocos años, las potencias europeas comenzaron a exhibir una mayor trasparencia sobre el origen de sus colecciones públicas e incluso a devolver algunas piezas a países africanos, en un proceso que esta francesa sonriente e informal, que antes fue profesora en el Collège de France, califica de "imparable".

Savoy se prepara para pasar el mes de noviembre en Madrid: ha sido invitada a pronunciar cuatro conferencias por el Museo del Prado. Se centrarán en un episodio ocurrido en 1815: tras la derrota de Napoleón y el Congreso de Viena, las potencias aliadas  -Reino Unido, Prusia, Austria y Rusia, entre otras- exigieron la devolución  de las obras de arte saqueadas por Napoleón.  La restitución benefició a países como Italia, Alemania, Bélgica o España. En el último caso, muchas de las obras recuperadas serían expuestas en el Museo del Prado, inaugurado cuatro años después. El acontecimiento marcó un precedente en Europa. Savoy lo usa como ejemplo para demostrar que no dista mucho de las reclamaciones  de esas antiguas colonias  que aspiran a recuperar  sus patrimonios a estas alturas del siglo XXI.

P.- ¿De qué quiere hablar en el Prado?

R.- Mi investigación trata sobre el expolio de los patrimonios de otros países: la idea de enriquecer el patrimonio  propio arrebatando el de los demás. En los últimos años me he centrado en las restituciones: qué deben hacer las potencias europeas con estos bienes expropiados, cómo los devolvemos cuando nos los reclaman. Propuse hablar de las restituciones de 1815 porque la historia de las colecciones del Prado está muy ligada la devolución  de obras expoliadas, en su día, por Napoleón. El origen del museo madrileño,  como otros en Europa, surge de esa restitución forzada.

P.- Lo que dice es que,  para entender la necesidad de restituir en el presente, es necesario mirar al pasado.

R.- El primer gran debate sobre restituciones se dio en 1815 y los argumentos ya eran muy similares a los de ahora. En aquella época participaron artistas e intelectuales europeos como Goethe, Stendhal, los hermanos Grimm o Goya. Muchos países como España, Bélgica o Alemania, habían sido saqueados por las tropas napoleónicas. Mi opinión es que eso debería facilitar un poco de empatía con los Estados africanos que hoy exigen el retorno de su patrimonio. En ciertos lugares no veo por qué es tan difícil de entender.

P.- Qué opina del Prado y del resto de los museos españoles? ¿Observa cierto retraso en abordar esta cuestión?

R.- Como visitante, me fascina la singularidad de su colección, que no sigue el modelo enciclopédico de muchos otros museos europeos, que cuentan con obras de todas las escuelas y épocas. En el Prado, en cambio, vemos cosas que no están en ningún otro sitio. Como académica francesa afincada en Berlín, debo admitir que estoy más familiarizada con museos de otros países. Visto de lejos, percibo que en España existe quizás una mayor reticencia que en otros lugares a abordar las cuestiones coloniales, tal vez porque la cronología  y el perímetro del proyecto colonial son otros. Aun así no quiero hablar de retraso: el Prado es el primer museo europeo que me invita específicamente para hablar  de estos temas.

P.- El ministro de Cultura, Ernest Urtasun, propone descolonizar el Museo de América y el de Antropología, ambos en Madrid. ¿Es lo indicado?

R,-  El discurso de Emmanuel Macron en Burkina Faso en 2017, que rompió con décadas de silencio al abrir la puerta a la devolución del arte africano a su lugar de origen, ha impulsado debates en toda Europa, como una bola de billar que choca contra otras que estaban detenidas. Puede que España sea la siguiente bola en moverse. Más importante que la restitución física es hablar públicamente  de estos temas, comprender cómo algunos de nuestros museos crearon sus colecciones y dialogar con los países afectados para encarar el futuro. Este debate social es un proceso irreversible, como ha sucedido con los abusos sociales: una vez se libera la palabra, ya no es posible detenerla...

Álex Vicente. El País Semanal, 24 de octubre de 2024.

martes, 12 de noviembre de 2024

Pierre Huyghe, la vida en las fronteras

Pierre Huyghe

Liminal. Pinault Collection. Punta della Dogana. Venecia.Comisaria Anne Stenne. Hasta el 24 de noviembre.

Una sugestiva y muy relevante exposición del artista francés Pierre Huyghe (París,1962) llama especialmente la atención entre las propuestas colaterales de la Bienal de Venecia. Es oportuno recordar que esta es su tercera presencia en este marco. La primera fue en el Pabellón de Francia en la edición de 2001, donde obtuvo el Premio Especial del Jurado. Estuvo de nuevo allí en la Bienal de 2017, cuando se presentó su exposición en la sede veneciana de la Fundación Louis Vuitton. En 2010, el Museo Reina Sofía presento una memorable muestra, La estación de las fiestas, en el Palacio de Cristal del Parque del Retiro.

Huyghe es uno de los artistas actuales de mayor consistencia y proyección. El inicio de su trayectoria se sitúa en los años noventa, con importantes presentaciones internacionales. Todos estos datos y referencias previos nos permiten situar  mejor la transcendencia de este artista innovador, en todo momento abierto a los nuevos soportes y modalidades expresivas de las artes en las últimas décadas. Sus propuestas se modulan a partir  de una interrogación entre la realidad y la ficción, integrando la memoria colectiva y estructuras narrativas, así como la experiencia del tiempo en sus últimas variantes. 

La exposición actual de Venecia puede considerarse una síntesis de esos planteamientos, al integrar obras seleccionadas de los últimos 10 años con otras nuevas que pueden verse ahora por primera vez. Son en total 17 obras que se reparten en nueve salas distribuidas en dos pisos del edificio. El concepto y el título de la muestra, liminal (2024), es, en sentido estricto, la clave profunda de esa síntesis. La palabra "liminal" que procede del latín "limes": límite, frontera, o umbral, implica que no estamos propiamente en ningún lugar, ni físico ni mental.

En los textos reunidos en el catálogo (pág. 10), Pierre Huyghe indica: "liminal es un estado contemporáneo, del cual puede brotar algo no pensado: ser inexistente , sin ser ni mundo, fuera de cualquier fuera. Una especulación sobre la naturaleza humana imposible, en la forma de una simulación situada que nos permite seguir la formación de esto no humano, de esta cosa con la cual nos podríamos eventualmente, imposiblemente, identificar". Es decir, estaríamos estrictamente en el límite, en un flujo de tiempo, espacios,  y materiales de los más diversos tipos, como ámbito genérico de lo humano en su tránsito con lo no humano.

En el recorrido oímos una voz generada en tiempo real por Inteligencia Artificial en las nueva salas y observamos videoproyecciones sobre pantallas de gran formato, acuarios con elementos diversos en su interior, instalaciones como la pieza realizada en el desierto chileno de Atacama, Camata (2024), con robots alimentados  por aprendizaje automático en una película autogenerada y editada en tiempo real por la IA, ante una roca suspendida, una instalación con una escultura en el suelo y una proyección de video sobre una pantalla transparente (...)

En definitiva, Pierre Huyghe nos tansmite en liminal una experiencia profundamente inmersiva. A través de las distintas obras y soportes el espectador se va introduciendo cada vez más intensamente en el dinamismo y los cambios de la vida. Los distintos elementos que configuran la existencia en su profundo dinamismo. De las etapas más remotas  a esta situación de proliferación digital en la que lo humano arrastra en sus transformaciones un profundo signo de interrogación.

José Jiménez. El Cultural, 25-10-2024.

lunes, 11 de noviembre de 2024

Anora. Una pretty woman del siglo XXI

Si algo caracteriza la trayectoria de Sean Baker (Summit, 1971) -además de su admirable capacidad para empatizar con los personajes- es su interés por la cara oculta  del comercio sexual. En Starlet (2012) retrató la toma de conciencia de una estrella del porno interpretada por Dree Hemingway, bisnieta de Ernst; y luego en Tangerine (2015), elogió la batalla por la entereza emocional  de dos prostitutas transexuales. En The Florida Project (2017), una madre debía prostituirse para mantener a su hija, mientras que los protagonistas de Red Rocker (2021) cargaban con el estigma de haber protagonizado unos vídeos sexuales. Este escaparate de adversidades podría hacer pensar en un cine de la sordidez, pero la mirada humanista de Baker  perfila una celebración  de la resistencia  y la lucha  por la dignidad  cualidades esenciales de la protagonista de Anora, Palma de Oro en Cannes.  

La joven Anora (una deslumbrante Mikey Madison) prefiere ser llamada Ani. Así es como esta bailarina  de un club  de lap dance neoyorquino oculta sus orígenes eslavos, aunque es justamente este rasgo identitario el que convertirá a Anora en el objeto de deseo del hijo de un oligarca ruso, Ivan (Mark Eydelshteyn), que se garantizará la compañía en exclusiva  de la escort. Siempre cerca de su protagonista, pero evitando en todo momento juzgarla de forma tajante, Baker invita  al espectador  a participar  del encantamiento que experimenta Ani al gozar de los lujos que le provee Ivan. Esto acerca Anora a la fábula de la Cenicienta, que ya tuvo una traslación al ámbito del comercio sexual en la icónica Pretty Woman (1999). Si embargo, Baker no se contenta con seguir el patrón narrativo de la damisela en apuros y convierte Anora en una obra  que toma al espectador  a contrapié, como un bumerán capaz de girar sobre sí mismo en el aire... hasta en dos ocasiones.

En su primer cambio de rumbo, Anora transita del relato romántico a un lugar equidistante entre el thriller criminal y la comedia de enredo. (...)

El segundo golpe de timón conduce Anora hacia su memorable recta final, en la que se evidencia  que el sueño de Ani puede convertirse en una pesadilla. Es aquí cuando al perfilar abiertamente una lucha de clases, el filme se desmarca en gran parte del cine independiente  americano actual...

Manu Yáñez. El Cultural, 25-10-2024.

domingo, 10 de noviembre de 2024

Los dos Machado

Se ha inaugurado en Sevilla, en las bóvedas de catedral de la vieja fábrica de artillería, una exposición sobre Antonio y Manuel Machado, los hermanos por antonomasia (y por manuelnomasia) de la poesía española. Están ahí, no solo sus manuscritos,  sino también el tintero en el que mojaba el plumín Manuel y la cartera en la que guardaba los cuartos y las fotos Antonio. La excusa para la exposición son los 150 años del mayor de los hermanos, pero el comisario de la muestra, que no es otro que el político socialista Alfonso Guerra, reconoce que su intención principal es disipar la leyenda de que la guerra los separó, y quitarles ese sambenito de las dos Españas.

Guerra tiene razón, pero solo en parte. Yo creo que los Machado sí son una metáfora de las dos Españas, solo que no de cómo fueron sino de cómo deberían haber sido. La guerra los separo física y ideológicamente, pero no por eso dejaron de respetarse y quererse. Si las dos Españas hubiesen sido así, no habría habido guerra, porque la suya fue una historia de Caín y Abel sin envidia ni crimen. Y eso que los dos eran escritores, lo que lo hace mucho más meritorio. Incluso escribieron obras de teatro juntos, "a cuatro manos" se dice, por contagio de la metáfora del piano, aunque las manos lógicamente no serían más que dos. Y esto es todavía más asombroso, porque no podían ser más distintos en sus personas y en sus estilos literarios. Antonio era un bohemio sin golfería, un santo laico feo, agnóstico y sentimental. Su desaliño no era solo indumentario, como decía en su autobiografía en verso, sino también filosófico y literario, y en la exposición de Sevilla se ve esto en sus borradores, llenos de tachaduras que tienen la categoría de dudas existenciales  Por ejemplo en uno de ellos dice que prefiere los yermos castellanos a las vegas andaluzas, pero luego tacha y corrige, para asegurar que le gustan por igual. Manuel, por su parte, era un señorito vocacional, más alegre en su manera de vivir, un bon vivant que decía comulgar a la vez" con Montmartre  y con la Macarena". Antonio era un pensador de café, Manuel de tablao; los dos provincianos en el mejor sentido de la palabra, si bien uno al modo universal y el otro al modo cosmopolita. La poesía del uno es sentenciosa y absorta, ligera y brillante. A mí me gustan los dos, cada cual a su manera. Aunque Manuel no hubiese estado de acuerdo. En una carta le confesaba a su hermano que iba a dejar de escribir porque había entendido que su poesía tenía fecha de caducidad. "La tuya es intemporal". Yo pienso que eso no la hace necesariamente mejor, porque la eternidad es tan solo una de las formas de la reiteración.

"Tú a Burgos y tú a Francia", les mandó la guerra a los dos hermanos, y así fue. Más que morir en el exilio, se puede decir que a Antonio el exilio lo mató, porque se murió tan pronto como cruzó la frontera, siguiéndole su madre tres días después. Tan pronto como pudo, Manuel fue a visitar sus tumbas en el cementerio de Colliure y no salió de allí en dos días. En el bolsillo del abrigo de Antonio había parecido garabateado en una hoja, su último verso. Iba a ser el comienzo de un poema que quedó sin escribir, pero tiene tal capacidad evocadora que uno cree intuir como sigue. Imagino que ese papel con el verso suelto estará también en la exposición de Sevilla, y es lo que más interés tengo yo en ver. Precisamente parece algo que Antonio dice a su hermano Manuel: "Estos días azules y este sol de la infancia..."

Miguel-Anxo Murado. La Voz de Galicia, domingo 3 de noviembre de 2024.