Fábrica de marroquinería de Hermès en Riom. (Guillaume Amat)
En todos los casos, el estudio Tracks-Architectes se encarga de la rehabilitación de edificios históricos en cada región, aprovechando al máximo el legado arquitectónico y los recursos de cada zona. El taller de Riom es un edifico considerado patrimonio histórico (construido en 1907 y cerrado en 1975) remodelado para que la luz natural sea el centro de sus instalaciones propiamente una fábrica sino un gran taller, dado el número de empleados que lo componen y la práctica ausencia de máquinas que ayuden en el proceso.
En los 7.000 metros cuadrados del nuevo espacio de Riom hay 30 personas encargadas de las labores logísticas y de oficina y 250 artesanos expertos en fabricar dos de los modelos de bolsos más emblemáticos de la casa: el Constance y el mítico Birkin. Distribuidos en dos plantas, cada uno en un proceso concreto de las decenas que componen la fabricación de estos diseños, considerados los más lujosos del mundo, de la selección de pieles a los estrictos controles de calidad (hasta se les da la vuelta a los Birkin a mano, para comprobar que el interior es igual que el exterior ), pasando por el cosido a mano. Aunque mayoritariamente jóvenes, tienen edades diversas y casi todos proceden de la zona. Es decir, de esta pequeña ciudad de interior, de poco menos de 20.000 habitantes, o de los pueblos de los aledaños. En 2.004 Hermès abrió otro taller de marroquinería en Sayat, a 13 kilómetros de Riom. La elección de la sede no es casual: desde la marca cuentan que necesitan que las fábricas estén a menos de media hora la una de la otra para facilitar el diálogo y el intercambio de conocimiento entre sus artesanos. Ocurre así en todas las regiones francesas donde Hermès fabrica sus productos, Es más, a los dos talleres siempre se les suma, también aquí, una escuela de formación, el École Hermès de Savoir Faire, acreditada por el Ministerio de Educación francés.
La marca colabora con instituciones como France Travail, Greta y, en este caso, con el liceo Desaix de Saint-Éloy-les-Mines para reclutar a los futuros artesanos. Esta estructura triangular, con dos talleres y una escuela a pocos kilómetros una de otra, está presente, por el momento, en nueve regiones francesas. No se trata solo de preservar la producción en proximidad, sino también, y sobre todo a la creación de empleo y al crecimiento de distintas zonas francesas afectadas por la escasez de recursos laborales de larga duración. Cualquier persona se puede escribir en la escuela, que ofrece, en el caso de Riom, maestrías en curtiduría, marroquinería o costura del cuero.
Se puede ser global con una estructural empresarial basada en lo local: de las cerca de 20.600 personas que trabajan en Hermès, más de la mitad, 12.900, lo hacen en Francia y un tercio de la plantilla global, es decir, 7.000 personas, son artesanas.
Leticia García. Icon. El País, 16 de noviembre 2024.
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