miércoles, 1 de febrero de 2017

Balonmano de seis quilates

Francia cumplió con los pronósticos y logró un nuevo récord al conquistar en su casa el sexto título mundial de balonmano gracias a su victoria  por 33-26 ante Noruega (18-17 al descanso), tras una gran segunda parte y con Nicola Karabatic como máximo goleador, con seis tantos. La victoria fue un hito más en la historia de la generación dorada del balonmano galo, cuyos títulos mundiales datan de 1995, 2001, 2009, 2011, y 2015. Eslovenia se hizo con el bronce al ganar el sábado a Croacia (31-30). No por esperado tiene menos mérito. Los argumentos sobre la pista, para demostrar que solo era posible una derrota si Noruega hacía el partido del siglo. Los noruegos quisieron jugarle a Francia con sus propias armas, en lo que constituía un suicidio a favor del espectáculo. Sin lugar a dudas nos ofrecieron  una de las mejores primeras partes jamás contempladas.... La resistencia nórdica duró lo que duró Omeyer en la portería, quien se ha ganado un lugar en el Olimpo francés, pero que claramente ya no está para estas fiestas.... El ritmo al límite asumiendo riesgos siempre juega a favor del que tiene más fondo de armario y con mayor calidad, lo que benefició claramente al anfitrión de la fiesta en el Bercy. El sexto Mundial era ya cuestión de quemar los minutos para el disfrute francés. Estamos ante una selección que está marcando toda una época, un grupo brillante y de muchos quilates, tantos como los seis Campeonatos del Mundo que lucen en sus pecheras.El Campeonato terminó con algarabía y con unos cuantos récords difíciles de superar, en lo social, en lo mediático y en lo económico; pero haríamos mal si no se abriese una profunda reflexión sobre la implantación de las nuevas reglas y el empobrecimiento desde el punto de vista táctico y estratégico que conllevan.
Juan J, Fernández. La Voz de Galicia, lunes, 30 de  de 2017

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