viernes, 10 de febrero de 2017

Edith Piaf. Taxidermia de un gorrión

Escena de Taxidermia de un gorrión
Una reportera, especialista en fauna salvaje, en trance de hacerle una entrevista al Gorrión de París. Su editor quiere desmontar la idealizada versión oficial sobre su infancia y su exitosa carrera, para rascar en la herida que le produjo su padre al abandonarla con 11 añitos y en la inestabilidad de sus relaciones sentimentales. En Édith Piaf. Taxidermia de un gorrión, Ozkar Galán (Teatro Español) organiza un combate metafórico entre dos púgiles extramadas. Camile Schultz, la periodista, es un cruce entre Dian Fossey, audaz autora de Gorilas en la niebla, y Louella Parson: pasa de la bonhomía a la animadversión en un clic. Édith Piaf la recibe de uñas como lo haría Bette Davis de ¿Qué fue de Baby Jane?.... El tiempo presente se alterna con el pasado: lo que la Piaf narra se representa mediante escenas retrospectivas, en las cuales Alberto Huici, intérprete del editor, pasa a encarnar al padre y a otros hombres capitales en la vida de la protagonista. Garbiñe Insausti es una Piaf todo aura, que emana luz y pasión sin bajar la guardia y sin que le baje esa inflación del ánimo con la que disimula sus carencias. Cantando tan bien esta actriz, no se entiende que en una sala donde todo el público está a pocos metros se la sonorice de una manera que parece cantar sobre una grabación (en los primeros temas; luego el tratamiento del sonido es óptimo.....Escrita punzantemente y jalonada de oportunas vueltas de tuerca, esta lid evoca con más verdad las que mantienen los protagonistas de La huella y El veneno del teatro: no me extrañaría que la veamos pronto en una sala comercial.
Javier Vallejo. El País, jueves 19 de enero de 2017

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