sábado, 14 de abril de 2018

La Francia real

Basílica de Saint Denis
Es domingo y hay un concierto en la basílica Saint Denis. Poca gente visita esta iglesia, la más importante de Francia. A quí se enterraba a los reyes. Pero Saint Denis inspira desconfianza: tres de los responsables de los atentados del 13 de noviembre de 2015 se refugiaron aquí, en el número 48 de la calle Corbillon, muy cerca de la basílica, e hicieron estallar sus cinturones explosivos antes de caer en manos de la policía. El inmueble ya no muestra señales del destrozo. Las señales de que la historia se mueve son de otro tipo. A dos pasos, en la calle Boulangerie, hay un bistró llamado Au Pavillon que existía como posada hace más de cinco siglos: el rey Enrique IV era cliente. En Au Pavillon apenas se sirve alcohol. La nueva clientela, musulmana, es de café y vaso de agua.
 Nadie entenderá la Francia de hoy paseando por los Campos Elíseos. Un pedazo muy real de Francia, en cambio, asa comida africana en la calle, sobre el canal que bordea la estación de Saint Denis. Siguiendo el canal hacia el sur, hacia el Estadio de Francia, se llega a Cristino García, un barrio llamado en otro tiempo La Pequeña España. Cristino García fue un militar republicano y miembro de la Resistencia contra los nazis y Francia le concedió el título de "héroe nacional". La España franquista le concedió un fusilamiento en 1946. Queda un Hogar de los Españoles en la calle Cristino García, que da nombre al barrio, pero ahora el vecindario es mayoritariamente argelino.
Saint Denis fue la ciudad emblemática del comunismo francés. El edificio de la subprefectura, casi contiguo a la basílica, fue en otro tiempo la sede del diario L'Humanité, diseñada por el arquitecto que concibió Brasilia, Oscar Niemeyer. Los policías municipales que vigilan la subprefectura llevan chalecos antibalas. Lo dicho, la Francia real. 
Eric González. París. El Mundo, viernes 13 de abril de 2018

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