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Fotograma de Promesa al amanecer |
Romain Gary, escritor francés de fama internacional, también conocido como cineasta, aviador, héroe de guerra o marido de estrellas de cine, es el objeto de atención de un filme que se basa en un libro autobiográfico en el cual dicho autor relata su infancia y su juventud, hasta convertirse en el novelista de renombre que luego fue a lo largo de su vida. Sin embargo, hay que señalar antes de nada que el verdadero protagonismo de esta historia no es el ostentado por Romain Gary (con un más que correcto Pierre Niney ocupándose de su versión adulta), sino el encarnado por su madre. Promesa al amanecer es un drama de tintes edípicos donde la personalidad de la madre (excéntrica, acaparadora, posesiva) marca paso a paso la formación de un carácter , de un modo de ser y de unas aspiraciones, que nunca habrían tenido lugar sin ella. Charlotte Gainsbourg toma un papel, para nada fácil, y lo dota de una veracidad rayana en el histrionismo, donde la evolución es simplemente física (con ese maquillaje ahora soy joven-ahora soy vieja), mientras la obsesión que impulsa su vida -el triunfo de su hijo- se mantiene inclusive, en una pirueta final, más allá de su muerte.
El filme se centra pues en esta relación materno-filial, pero nos deja con la sensación de que el periplo vital de este escritor fue bastante más fascinante de lo que la película consigue transmitir (fuera de su radio de alcance quedan el matrimonio con Jean Seberg, la amistad con André Malraux y Albert Camus, o su facet hollywoodiense). Es desde luego una superproducción que cuenta con sobrados medios a su alcance, pero que sin embargo adolece de fallos en su ritmo y en la transmisión de emociones.
Su excesiva duración aligera la carga dramática por el puro cansancio del espectador y, aunque sus interpretaciones sustentan gran parte de su metraje, no podemos más que percibir cierta frialdad en su propuesta, y un regusto de lo que podría haber sido más allá de la plasmación del peso de la madre y un retrato de esos amores que ahogan pero también forjan destinos.
Sabla Pillado. La Voz de Galicia, sábado, 1 de septiembre de 2018
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