La historia de los Châteaux de la Loire comienza hace seiscientos años. En la noche del 28 de mayo de 1418. Los borgoñones asaltan París. Un fiel servidor del rey Carlos VI salva al delfín de 18 años, llevándolo, acompañado por un grupo de caballeros, fuera de París, al castillo de Chinon. Es entonces y durante un siglo cuando la corte real se estableció en las orillas del río, siguiéndoles señores y poderosos. Carlos VII y sus sucesores encontraron en la Loire un refugio ideal. Se levantaron castillos, se repararon las murallas, se construyeron residencias suntuosas. Fue una corte itinerante. Iban de un palacio a otro, desplazándose en barco por el río, los reyes y sus servidores, transportando muebles, tapices, cuadros y todo lo necesario par el confort y la belleza. Escenarios de fiestas, intrigas, venganzas, galantería...En una carta escrita el 15 de marzo de 1528 Francisco I manifiesta su deseo de establecerse de nuevo en París... y aunque las luces de estos escenarios se apagaron nunca cayeron en el olvido. Cuna de grandes escritores: del Renacimiento al XIX, Ronsard, Du Bellay, Rabelais, Balzac, Stendhal, Flaubert, Musset entre otros , sin nombrar a los contemporáneos, la han mantenido viva en sus textos. Hoy, más de un millón de turistas al año la visitamos y la Loire nos sigue contando su historia , con sus paisajes, sus pueblos y ciudades tranquilas y sobre todo en sus treinta y tantos castillos. Nuestro recorrido se limita a siete entre los más conocidos. Nos esperan otros de nombres evocadores: Saumur, Chinon, Loches... y las ciudades del comienzo de la ruta desde el este, Orléans y Angers en el final, al oeste, que también guardan tesoros secretos. Será otra vez.
Carmen Glez Teixeira.
Carmen Glez Teixeira.
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