sábado, 27 de octubre de 2018

Puy du Fou

Los Vikingos, el principal espectáculo de Puy du Fou
Acaba de ser elegido por los usuarios de la red social viajera y central de reservas TripAdvisor como número uno entre los parques de ocio de Francia. También número uno en Europa y tercero en todo el mundo. No es novedad porque lleva más de 40 años cosechando premios y creciendo con una obstinación cuasi vegetal, como impelido por ese  élan vital que definía el filósofo francés Henri Bergson. Como ya antes hizo en Holanda y en el Reino Unido, el año que viene Puy du Fou extenderá su magia a Toledo (donde está previsto que se ponga en marcha un espectáculo nocturno al aire libre que sería el núcleo de un futuro parque). 
Lo primero que hay que decir es que Puy du Fou no es un parque de atracciones. ¿Cómo definirlo entonces?Tampoco se ajusta a la etiqueta de parque de ocio, a menos que a renglón seguido añadamos que se orienta especialmente a la historia, y también a la naturaleza en su vertiente más ecológica. El nombre del parque hace referencia a un topónimo, "la colina del loco" (y no al revés). Porque fue en el lugar así llamado, en la Vendée francesa, donde Philippe de Villiers inició esta aventura que se ha hecho colosal y que ha revitalizado la región. Calculando por lo bajo, da empleo fijo e indirecto a unas 5.000 personas, y el pasado año atrajo a dos millones y medio de visitantes. 
Así pues la historia se erige en protagonista, con espectáculos que recrean momento álgidos en escenarios de piedra y ladrillo repartidos en más de 50 hectáreas. A lo cual se suma la grandiosidad de un parque que más que un bosque parece una jungla (cuidada, eso sí). Y un complejo de servicios que comprenden cinco hoteles temáticos ambientados en diferentes períodos históricos, 22 restaurantes, más áreas de picnic, aulas de ecología, academias ecuestres espacios dedicados a la cetrería y conservación e reintroducción de especies. Y también escuela de jóvenes para nutrir el futuro. Un auténtico seísmo, pues, que ha cambiado el pulso de la Vendée, un territorio a trasmano de los grandes caminos turísticos y que es ahora, por sí mismo, un destino privilegiado. El conjunto es imposible de ver en un solo día...
Carlos Pascual. El Viajero. El País, viernes 26 de octubre de 2018

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