jueves, 22 de noviembre de 2018

El mérito es de Schmitt

Morirse de pena puede ser más fácil que vivir con pena y en esa tremenda dicotomía nos sitúa Éric-Emmanuel Schmitt para recorrer todos los recovecos del perdón como una fuerza capaz de transformar profundamente a quien perdona, pero también al perdonado. Schmitt (1960) no es solo uno de los dramaturgos contemporáneos más prolíficos de Francia, el más representado y estudiado, con incursiones en la ópera, el cómic y el cine, sino también un catedrático de Filosofía que riega disimuladamente de pensamiento oculto su obra recién publicada en España, La venganza del perdón. No hay manual de instrucciones filosóficas a la vista, sino cuatro relatos que a pesar de abrirse y viajar lejos, de atreverse en giros radicales y curvas arriesgadas, pero asimilables, terminan redondas. Y con humor, mucho humor.
"Las hermanas Barbarin" muestran la lucha de la más pequeña de dos gemelas por conseguir su nombre, su lugar y posición en una familia que no la esperaba y la historia de Caín y Abel se queda corta al lado de esta batalla. "Mademoiselle Butterfly" nos plantea un pulso entre el poder y el amor, que acaba emergiendo con toda la poesía del sacrificio y la victoria. Amamos mal nos viene a decir el libro, tan mal y de forma tan desigual que a veces ese amor mata aunque también te puede salvar. "La venganza del perdón", la que da nombre al libro, recoge una abrumadora historia real, las visitas de una madre al asesino y violador de su hija, al que intenta entender. El choque entre víctima y perpetrador  es tan difícil en la vida real como en la literatura y Schmitt sale vive de una iniciativa escalofriante con un sorprendente giro final. Y "Dibújame un avión" es sobre todo un homenaje a Saint-Exupéry por parte de un autor que también se perdió en el Sahara. Hay que leerla.
La transformación de los protagonistas a través de historias de amor al límite, de perdón o rencor con dosis humanas de mezquindad es el regalo de un libro memorable, lúcido,, sencillo y cargado de pensamientos ocultos que, a la postre, creemos mérito del lector. No nos engañemos: son mérito de Schmitt.
Berta González Harbour. Babelia. El País, sábado 27 de octubre de 2017

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