jueves, 8 de noviembre de 2018

El tesoro literario secreto de Mitterrand a subasta

Mitterrand
Estamos en 1954 y François Mitterrand acaba de ser nombrado ministro de Interior en el Gobierno de Pierre Mendès France. Albert Camus le envía su libro Los justos. En su dedicatoria tacha del título el artículo y el plural para formar la frase:"Para el Señor Ministro de Interior, en recuerdo de una JUSTA "causa" y con el homenaje deferente de Albert Camus". 
La causa era la lucha contra el nazismo . Camus se unió a la Resistencia en el 41; Mitterrand, desde su puesto en Vichy, había creado en el 43 un movimiento clandestino que falsificaba documentos de identidad para prisioneros de guerra evadidos. Ambos van a coincidir a través de Marguerite Duras...
La escritora y su marido Robert Antelme se unen a la red Mitterrand mientras el amante de ésta Dionys Mascolo, deja que Camus oculte documentos antinazis en el despacho del editor Gallimard, para el que trabaja. El 1 de junio de 1944, Mitterrand y Antelme tienen una cita en la brasserie Lipp. Como este no llega, Mitterrand llama su casa por teléfono. Dos veces. La hermana le contesta que se ha equivocado de número. Es la señal. La policía ha detenido a Antelme, que será deportado a Dachau. Advertidos por Mitterrand, Camus y Mascolo van a la casa de Duras y se llevan los papeles comprometedores a Gallimard donde los esconden entre los manuscritos. 
Esa era la causa justa de la dedicatoria de Camus. El libro es uno de los 1.000 libros de la biblioteca privada de Mitterrand y que la casa Piasa piensa rematar en dos tardes.
Libros que nunca salieron del domicilio de los Mitterrand. Su esposa Danielle se ocupaba de encuadernarlos y  de tener al día el fichero. El primer presidente de izquierdas de la V República era hombre de orden. En la mayoría de los volúmenes hay una hojita de papel blanco en la que anotaba con su pluma Waterman el nombre del autor, su título, precio, fecha y librería donde lo había adquirido. Mitterrand fue un gran lector y un bibliófilo de categoría. Su biblioteca del Elíseo llegó a sumar 20.000 ejemplares. Esa pasión le une a otro presidente, Georges Pompidou, o a los cardenales Richelieu y Mazarin. También a presidentes de los EEUU como Franklin Roosevelt. Mitterrand donó su biblioteca pública a la Mediateca de Nevers.
Uno de los primeros libros de Mitterrand fue Tierra de Hombres de Antoine de Saint-Exupéry que le regaló su hermana Geneviève por su 23 cumpleaños, en 1939. La guerra había empezado y Mitterrand estaba destinado en Las Ardenas. Conservó el libro al ser capturado en el 40. Y lo llevó consigo cuando logró evadirse, al tercer intento. Eso explica su mal estado y que sólo se prevea que llegue a 6.000 euros.
En los anaqueles de Mitterrand está lo mejor de los escritores de la derecha francesa. Chardonne, Brasillach o Drieu de la Rochelle. Muchos lo justifican por su aprecio al estilo literario. Cierto. También porque Mitterrand hasta casi finales de los años 40 fue un chico de derechas...
Iñaki Gil. El Mundo, lunes 29 de octubre de 2018

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