viernes, 9 de noviembre de 2018

Una voz de ángel

Philippe Jaroussky en Only the sound remains. Foto, Javier del Real
Decían que cuando Farinelli cantaba la gente se volvía loca, perdía el conocimiento, escuchaba a Dios... A Philippe Jaroussky (Yvelines, 1978) le pasa algo parecido:"Desde hace 15 0 20 años, la gente dice que tengo voz de ángel. Pues ahora, por fin tengo mi primer papel de ángel". El contratenor francés habla de su presencia en Only the sound remains, la ópera de la compositora finlandesa Kaija Saariaho (Helsinki, 1952) que llega al Teatro Real después de su estreno en Amsterdam, hace dos años. Con dirección escénica de Peter Sellars e Ivor Bolton al frente de la orquesta, Only the sound remains es la gran apuesta contemporánea del coliseo madrileño durante esta temporada. Saariaho, última ganadora del Premio Fronteras del Conocimiento BBVA en la modalidad de música, se ha inspirado en textos de Ezra Pound, inspirado a su vez en la recuperación del teatro noh japonés por el español Ernest Fenollosa. La ópera se divide en dos partes, una oscura y otra luminosa. La primera muestra a un tocador de laúd que muere y se presenta a un tribunal en el más allá, desprovisto de la sensualidad de su música. La segunda es la historia de un pescador que se encuentra una capa de plumas que pertenece a un ángel, el cual le recompensa por su devolución con su baile divino. En ambos casos dos personajes y dos voces en escena: Jaroussky como el laudista-ángel y el barítono Davone Times como monje de la primera historia y pescador de la segunda...
Jaroussky lo tiene claro: "El repertorio de castrati  no es la única razón de vivir para un contratenor. Porque todavía hay muchos genios vivos. Y Kaija es uno de ellos". Él, que tuvo que enfrentarse  a cejas arqueadas de sus fans cuando le dio por salirse del barroco y cantar en su lengua materna, el francés, dice estar "cansado del virtuosismo". En lugar de eso tiene un plan: "Quiero tener una visión global de mi discografía, no quiero hacer siempre el mismo disco". Un riesgo, porque para su público no es normal la exploración entre la música acústica y electrónica que plantea Saariaho. "De todos modos que es normal para un contratenor?", se plantea. "Normal", según él, debería ser todo lo compuesto, desde Britten hasta ahora", que es el periodo en el que empezó a explorar la técnica de los contratenores..
El cantante francés dice que se siente especialmente cómodo en este montaje, a pesar del desafío que supone:"No se puede cantar esto como una ópera normal, hay que evitar caer en la caricatura. Tiene que ser más sutil, más filosófico. Y cantar más con el alma"...
Darío Prieto. El Mundo, martes 23 de octubre de 2018.

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