Las mujeres suspendidas de la artista española Pilar Albarracín en La Fiac 2018 |
La rivalidad es sólo simbólica, ya que Londres sigue ganando de lejos en volumen de ventas, aunque la amenaza pesa sobre la economía de la isla. La reciente Frieze, la gran feria celebrada a comienzos de octubre en la capital británica, se distinguió por su pesimismo ambiente, provocado por las inciertas consecuencias de una salida de la Unión Europea, prevista para marzo de 2019, en el primer mercado del arte en Europa. Según un informe de Art Basel, el valor generado en 2017 por las ventas de obras de arte en Reino Unido supuso un 62% del total en el continente europeo..."El comercio odia la incertidumbre y muchos marchantes como los banqueros, planean trasladar sus hogares a Bruselas o París", señaló Le Monde hace pocos días. "Desde que la situación ha cambiado en Gran Bretaña, muchos ingleses se marchan a Francia", confirma también el galerista londinense Ben Brown. Sin embargo, otras voces opinan que Londres no se dejará ganar tan fácilmente. Y que todo dependerá de la política fiscal que ponga en marcha tras el Brexit. "Europa no tiene centros del mercado del arte que puedan competir con Londres, descartó el galerista británico Brett Gorvy a The New York Times. "¿Puede París reconquistar el mundo del arte? No creo".
Sin embargo, si en la Frieze de Londres reinaba cierta melancolía, en París triunfa el optimismo. "Hoy ya nadie piensa que en París no sucede nada", resume la directora de la feria, Jennifer Flay, que asumió el cargo en 2003 junto a Martin Bethenod, actual director de los museos del multimillonario François Pinault en Venecia. Cuando se colocaron al frente de la Fiac, ésta se había convertido en una cita en declive, desterrada a un recinto ferial en la periferia de la ciudad y abandonada por las grandes galerías internacionales. Pero los peces gordos que la desertaron durante años, vuelven a ocupar sus pasillos. Por ejemplo las galerías suizas como Hauser&Wirth y Gmurzynska han regresado a esta edición. La primera con un stand temático sobre la noción del deseo y la plana mayor de sus artistas, de Louise Bourgeois a Philip Guston, de quien el primer día se vendió un óleo valorado en 5,2 millones de euros. La segunda con obras de Yves Klein puestas en escena por Alexandre de Betak, el diseñador de los grandes desfiles de moda.
La cifras siguen siendo favorables a Londres, pero París piensa dar guerra. "Cada vez más coleccionistas estadounidenses tienden a preferir Fiac que Frize", explica el director de la galería británica White Cube, Saris Alexandrian.
Álex Vicente. París. El País, domingo 21 de octubre de 2018.
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