Ella, ruandesa, perdió a gran parte de su familia durante el genocidio. Él es francés y llevan casados cuarenta años. Pero todos los conocen como "los Klarsfeld de Ruanda", al compararlos con el matrimonio judío que dedicó su vida a recuperar la historia de las víctimas del holocausto. Reciben a Crónica en su jardín en Kigali. También han sido acusados de enriquecerse. Ésta es su lucha. Han logrado llevar a la justicia a 30 "matarifes". Ahora reúnen pruebas sólidas contra otro. "Si decimos su nombre, huiría de Francia".
Siete de abril de 1994. Suena el teléfono. Al otro lado, un familiar desde Ruanda les relata atropelladamente lo que en ese momento ya ofrecía signos inequívocos del horror que se avecinaba. Familias completas de tutsis estaban siendo exterminadas a machetazos. Casas enteras ardían a plena luz del día con sus ocupantes en el interior. Huidas en masa, persecuciones. Se había iniciado una caza de seres humanos para su aniquilación.
El matrimonio Alain y Dafroza Gauthier. foto Lea Crespi |
Las heridas y la devastación provocadas por las matanzas abrieron un capítulo inesperado en sus vidas que solo cerrarán cuando los ejecutores del salvaje plan de exterminio, que después se refugiaron en Francia, paguen por sus actos. Hasta el último de ellos. Y en eso trabajan desde hace veinte años. La pareja fundó en 2001 el Collectif des Parties Civiles pour la Rwanda (CPCR), una organización a través de la cual se dedican a identificar , localizar y llevar ante la justicia francesa a sospechosos de haber participado en el genocidio contra los tutsis...
Zahida Membrado. Kigali. El Mundo, domingo 14 de abril de 2019
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