domingo, 6 de septiembre de 2020

Civilizaciones

Laurent Binet
A los pueblos amerindios les faltaron tres cosas para resistir a los conquistadores: el caballo, el acero y los anticuerpos. La conocida tesis de Jared Diamond, el geógrafo y antropólogo que teorizó sobre por qué algunas sociedades perduran y otras desaparecen, es el fundamento del nuevo libro de Laurent Binet (París, 1972), autor que ganó un merecido hueco en las letras francesas con dos libros tan distintos como HHhH, investigación sobre el asesinato del oficial nazi Reinhard Heydrich, y La séptima función del lenguaje, intriga policial alrededor de la muerte de Roland Barthes. En su tercera novela Civilizaciones (Seix Barral), Binet plantea una ucronía o historia alternativa, forma narrativa recurrente en la actualidad, para imaginar que habría sucedido si los nativos americanos hubiesen contado con esos tres elementos decisivos. El libro imagina que Atahualpa, el último emperador inca, fue capturado por los españoles y ejecutado a garrote vil. Logró huir a Europa donde desembarcó en Lisboa en 1531, antes de conquistar España y el resto de Europa, que terminaría convirtiendo en un remanso de tolerancia religiosa y justicia social.
"En realidad la novela surgió al leer otra frase e Duamond. ¿Por qué Pizarro capturó a Ataualpa y no fue Ataualpa quien acabó con Carlos V? Me dije que era una buena pregunta y que me apetecía responderla", relata Binet en su domicilio, con vistas sobre un gentrificado barrio de pasado obrero en el noreste de París. Un viaje a Lima haría aumentar su fascinación por los incas, que le gustaban por su folclore vistoso, pero también por una organización social y política en la que creyó detectar "una especie de protosocialismo". No por casualidad, su libro transcure en un momento crucial para el desarrollo del actual sistema económico, en el que se materializa el primer acto del capitalismo que dominará el mundo- La hipótesis que formula Civilizaciones es si una conquista al revés hubiese producido una globalización menos brutal. Aún así el escritor no quiso firmar una historia "de indios buenos y europeos malos". En su libro, los incas son también un pueblo imperialista que coloniza, conquista u comete masacres. "Mi simpatía está al lado de los indios y el motor psicológico del libro fue, en el fondo, dar una venganza a los perdedores pero no los quiero idealizar. Con una conquista inca habríamos evitado los escollos del capitalismo, pero habría otros distintos porque las formas de dominación son infinitas. Eso sí, tendríamos seguridad social desde hace siglos ", responde Binet, ideológicamnete cercano a la izquierda anticapitalista de Jean-Luc Mélenchon...

Álex Vicente, Babelia. El País, sábado 5 de septiembre de 2020

  

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