Ni la OMS ni el Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades han puesto umbrales de actuación. Cada país hace sus propios cálculos de riesgo con distintos indicadores. Francia, por ejemplo ha establecido tres tipos de alerta -la normal, la reforzada y la máxima- antes de llegar a un eventual estado de emergencia que implicaría un reconfinamiento.
En total 69 de los 101 departamentos del país están en vigilancia por la alta circulación del virus. Esta alerta se desata cuando se registran más de 50 casos por cada 100.000 habitantes, momento a partir del cual se prohibe que fiestas familiares o de amigos como bodas, comuniones, cumpleaños o hasta tómbolas superen las 30 personas. La alerta reforzada se produce cuando hay más de 150 casos por cada 100.000 habitantes y, entre los mayores de 65 años, de más de 50 casos por 100.000 habitantes. Cuando la situación se deteriora peligrosamente, como es el caso de Marsella o Guadalupe, en alerta máxima (más de 250 casos por 100.000), se vigila también la tasa de ocupación de la UCI. En Bélgica, por ejemplo, hay cuatro niveles de alerta según la incidencia acumulada: el primero se activa entre 15 y 30 casos por 100.000 y el cuarto se pone en marcha cuando hay más de 100. El Reino Unido se fija en la Rt, que mide a cuántas personas contagia de media en positivo, y tiene cinco niveles de riesgo (el quinto implicaría otro confinamiento). Portugal e Italia todavía no han concretado umbrales de riesgo. En México hay un semáforo de colores para volver a la normalidad: el porcentaje de camas ocupadas, de ingresos hospitalarios, de contagios activos a 14 días y de positivos determinan el cambio de color.
S.Ayuso/Ll. Pellicer/ R.D. Miguel/ D. Verdú/G.Morán. El País, martes 29 de septiembre de 2020.
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