miércoles, 18 de noviembre de 2020

Ideas para reinventar el mundo

Parque de Matsse en L'Île Derborence

Por medio de su personaje Cándido, Voltaire defendió la idea de que tras una vida de esfuerzos no había mejor opción que cultivar un jardín e inventar una pequeña sociedad conforme a necesidades básicas. Al hilo de esas enseñanzas, hoy, cuando la vulnerabilidad del ser humano es visible y todo es local y global al mismo tiempo, la ciudad de Lille, Capital Mundial del Diseño 2020, se ha preguntado por los usos del mundo a través de una extraordinaria exposición, Les usages du monde (clausurada el 8 de noviembre en la Gare Saint-Sauveur), comisariada por Francine Fort. Una muestra que ha explorado las aportaciones del diseño al servicio de los problemas de  vivienda, movilidad, consumo, pobreza, urbanismo, medio ambiente, agricultura o conectividad a los que se enfrentan las sociedades actuales, y que ofrecía respuestas alternativas a la degradación de las formas de habitar la tierra, así como pistas para reinventar modos de vida en un contexto de crisis energética, climática y (ahora) también  sanitaria. Cuarenta y seis artistas, diseñadores, arquitectos, paisajistas, ingenieros y científicos presentaron trabajos que amplían las posibilidades del diseño y abren perspectivas al concepto "habitar".

"Los proyectos son señales prometedoras de la puesta en marcha de nuevas condiciones de vida, cada uno está pensando como una solución, son actos que tienen en común el compromiso de los diseñadores", sostiene Front. En la muestra podían verse construcciones sostenibles del Atelier Gando, vinculado a Francis Kéré, en Burkina Faso, y el Ring  de los hermanos Bouroullec, una plataforma circular de acero que flota sobre el suelo y permite sentarse alrededor de un árbol, un banco colectivo.

El arquitecto Mathieu Berteloot, colaborador de Front, explica con entusiasmo proyectos como L'île Derborence, del jardinero y entomólogo Gilles Clément y la paisajística Claude  Courtecuisse, un jardín secreto en el parque Matisse de Lille, "un santuario metropolitano", un bosque a siete metros de altura que únicamente se contempla, pero que ofrece a la flora y a la fauna del parque un espacio sin prejuicios. O como la Floating Farm /granja flotante de Róterdam, de Peter y Minke van Wingerden, pionera en la crianza de vacas en plena ciudad con el objetivo de reducir el impacto medioambiental del transporte de los productos lecheros y constituir una primera etapa hacia la concienciación del ciudadano del impacto de su alimentación en el entorno...

Sí, está claro que hay cándidos medios de actuar.

Use Lahoz. El País Semanal, 15 de noviembre de 2020.


No hay comentarios:

Publicar un comentario