El surrealista Palacio ideal |
La intensidad de su proyecto y la tenacidad para conseguirlo es la esencia de la historia, pero resulta igual de interesante la otra construcción, la que hace el director de su personaje, un tipo callado, huidizo y duro como su fantasiosa empresa y que interpreta con cara de hortaliza el actor Jacques Gamblin. También es interesante ver a la carnal Laetitia Casta en el papel insólito de granjera y esposa consagrada a hacer pan y poco más.
El paisaje y los detalles ásperos y trágicos que rodean la historia ( salpicada de elipsis fáciles de rellenar y de desgracias personales que lo hacen sospechar a uno de la ganancia del sujeto ) sugieren una rara lírica al cartero que transmite a su talento constructor, y que curiosamente recuerdan al espíritu del arquitecto Gaudí y su técnica de introducir aires y formas vegetales y animales en su obra.
Oti Rodríguez Marchante. ABC, 6-11-2020
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