Noche cerrada. Una mujer cruza un puente con una capa negra; debajo un vestido que recuerda al que llevaba Coco Chanel en un conocido retrato de Cecil Beaton de 1937. Así empieza la publicidad del perfume Nº5 para las próximas Navidades, las más extrañas que se han vivido en las últimas décadas. A primera vista parece una historia de evasión propia de estos días oscuros, pero no. Cuenta Du Pré que el anuncio se acabó de rodar a finales de 2019. Nadie podía imaginar entonces como sería 2020. "La grabación fue en diciembre; la elección de la música en febrero; la posproducción se terminó en julio. Lo veo como algo tranquilo, que anima a pensar que la vida puede ser, a pesar de las circunstancias adversas, hermosa".
Más que una vía de escape, el creativo considera la propuesta una llamada a la supervivencia. "Se trata de demostrar que no hay nada imposible. Creo que necesitamos hoy mucho más esos mensajes que cuando se rodó la película", explica desde París por videoconferencia...
En Chanel presumen de que el Nº5 es, más que un perfume, un producto cultural. Su frasco entro en 1959 en la colección del MET de Nueva York y en 1960 Andy Warhol le dedicó una de sus serigrafías. ¿Es conveniente para una casa de lujo que se adquiera su fragancia insignia como quien hace una inversión? Du Pré muestra pocas dudas al respecto: Yo no quiero que el Nº5 sea una lengua muerta como el latín y el griego clásico. Tampoco que cuando alguien lo compre se sienta inteligente, prefiero que se sienta vivo". Su consejo para estas fiestas es tan escapista como su campaña: Hay que olvidarse de la realidad y entregarse al disfrute. Si la gente pudiese mirar este anuncio con una sonrisa, yo ya medarñia por satisfecho".
Karelia Vázquez. El País Semanal, 22 de noviembre de 2020.
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