lunes, 12 de abril de 2021

El cine español revive el atentado de la sala Bataclan

La escena es nocturna y funesta pero en ella brillan los puntos de luz. Los emitan las sirenas de las ambulancias, sumadas a los reflejos irisados de las mantas isotérmicas que cubren las espaldas de decenas de figurantes en un amplio bulevard parisiense. El director Isaki Lacuesta los ha convocado para convertirlos en supervivientes de un simulacro de atentado, aunque tan realista que desentierra de inmediato un sinfín de recuerdos reprimidos de aquella noche trágica: la del 13 de noviembre del 2015, cuando el estado islámico atentó contra los asistentes de un concierto en la sala Bataclan, en el que murieron 130 personas. Es una de las secuencias con las que concluye, tras ocho semanas, el rodaje de Un año, una noche, nuevo proyecto del director de Entre dos aguas, rodada entre París y Normandía. 

La película se inspira en el libro Paz, amor y death metal (Tusquets), testimonio novelado de Ramón González, superviviente manchego de Bataclan, que tenía 30 años entonces. Lacuesta lo descubrió cuando el productor Ramón Campos le propuso llevarlo al cine. Reconoce que su primera reacción fue de rechazo. "Me daba respeto abordar el tema", admite Lacuesta. Tras una cena en París con el autor y su pareja, cambió de opinión. "Me interesó lo difícil que es compartir una experiencia como esa. Ni siquiera dos personas que la han vivido juntas la experimentan igual. Eso rompía con el principio de la comunidad de las víctimas", afirma.

González también era reticente a ver su vida en pantalla grande, pero dio su visto bueno al saber quién se colocaría tras la cámara. "Cuando supe que era Isaki, me tranquilizó mucho. Supe que era alguien que iba a tratar el tema con seriedad y de manera artística", relata por teléfono el autor del libro confinado en un pueblo francés de las Cevenas...

Álex Vicente. París. El País, lunes 5 de abril de 2021

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