sábado, 8 de mayo de 2021

Los fusilamientos del 3 de mayo cobran vida

 Carlos Saura recrea la obra de Goya

El cuadro de Los fusilamientos del 3 de mayo, o Los fusilamientos en la montaña del Príncipe Pío de Madrid está considerado uno de los lienzos más dramáticos de la historia del arte y una de las obras esenciales de la pintura occidental. Aquella noche de 1808 las tropas francesas ejecutaron a decenas de patriotas levantados contra el Ejército de Napoleón en varios lugares de Madrid. La brutal represión, retratada en todo su horror por Francisco de Goya, plasma la expresión de la crueldad humana y a la vez la heroica reivindicación de la libertad. Reconstruir este trágico, y épico, episodio de la historia de España es la tarea en la que se ha embarcado el cineasta Carlos Saura, que aborda la recreación  de la obra de Goya como un enorme desafío  y, también, como un proceso innovador. Pocas veces se ha visto  la traslación  de una pintura con tanta fuerza a una pieza audiovisual con la municiosidad y la exigencia con la que Saura ha llevado a cabo el rodaje del cortometraje Goya, 3 de mayo, con el que la televisión autonómica de Aragón quiere conmemorar el 275º aniversario del nacimiento del genio de Fuendetodos, un creador definido por la historiadora Manuela Mena, experta en Goya, como "una mezcla fascinante de Albert Einstein y Miguel Ángel".

Saura, que ya dirigió a finales de los años noventa la película Goya en Burdeos protagonizada por Francisco Rabal, se ha propuesto reconstruir el cuadro en dos escenarios diferentes: uno en la colina en la que se producen los fusilamientos y otro en la cuerda de presos, que reconstruye los momentos previos tomando como referencia Los desastres de la guerra. A través de la cámara, el cineasta oscense muestra la lenta llegada de los sentenciados a la pena capital al montículo del Principe Pío, la manera en que se van situando ante los fusileros y cómo se van sucediendo las diferentes tandas de disparos del pelotón de soldados del regimiento de los Marinos de la Guardia Imperial francesa. "Hasta llegar a esa imagen -una maravilla de dramatismo- que vemos en el cuadro inmóvil de Goya, con el fusilamiento del hombre de la camisa blanca", según comentó el cineasta a Aragón TV durante el rodaje.

El levantamiento se había iniciado el 2 de mayo. Una multiud provista de armas rudimentarias (escopetas de caza, hoces, guadañas) se enfrentó a unas tropas napoleónicas reforzadas por soldados egipcios y de inmediato se desencadenó una brutal represión, como reflejó Goya en dos lienzos únicos. El primero La carga de los mamelucos en la Puerta del Sol de Madrid, representa la lucha de los madrileños contra el ejército francés mientras el segundo, Los fusilamientos del 3 de mayo, refleja la sangrienta represión salpicada de una ferocidad extrema. Ambos óleos respondían al encargo del Gobierno de la Regencia de "perpetuar por medio del pincel las más nobles y heroicas acciones de nuestra gloriosa insurrección contra el tirano de Europa".

Ser fiel a los trazos de la pintura y dotar de realismo a la escena registrada el 3 de mayo es el gran reto de este cortometraje. La obra recrea meticulosamente la caracterización de los personajes, los uniformes de los soldados, el deslumbrante ropaje de la figura central o el fanal que ilumina el lugar. Para darle la máxima precisión a los fondos. Saura utilizará técnicas digitales durante la fase de montaje, una tecnología en la que el cineasta se estrena a sus 89 años...

Rosario Gómez. El País, 5 de mayo de 2021

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