viernes, 21 de mayo de 2021

Cuando Peter encontró a Azzedine

Azzedine Alaïa

Azzedine Alaïa y Peter Lindbergh tenían un aspecto tan opuesto que hubieran formado una pareja cómica, en la mejor tradición de Laurel y Hardy  o Schwarzenegger y De Vito. Un diminuto tunecino y un alemán grandote construían un dúo con potencial para la sonrisa. Y, sin embargo, estos dos hombres tan aparentemente distintos estaban unidos por una misma forma de entender la belleza y, sobre todo, de servir a las mujeres. 

La larga y estrecha colaboración entre el maestro del diseño de moda y el de la fotografía es objeto de una exposición en la Fundación Azzedine Alaïa de París. Una muestra que, además, nos deja un libro que reúne algunas de las más emblemáticas imágenes que crearon durante casi tres décadas. Son instantáneas que forman parte de la historia de la moda contemporánea y que muestran la enorme sintonía personal y profesional que mantenían desde que se conocieron  al final de los años setenta. Compartieron mesa, círculo, ciudad, industria y conversaciones. Tenían la misma forma gozosa de reírse, idéntico apetito por la vida y una mirada común llena de humanidad. También les unía la amistad de Franca Sozzani (1950-2016), legendaria directora de Vogue Italia y presencia fundamental en la vida de ambos, a quien está dedicado el libro editado por su hermana Carla.

Aunque ambos fueron autores muy originales en su punto de vista, pueden establecerse numerosos vínculos entre sus cuerpos y su trabajo. No solo cuando Peter retrataba la ropa de Alaïa, o al propio diseñador. Más allá de sus colaboraciones, la obra de ambos está estrechamente relacionada. Les une una fijación por el color negro, como señala el comisario de la exposición, Olivier Saillard, y por musas como Naomi Campbell y Tatjana Patitz, como demuestran sus desfiles y sesiones. Pero hay un hilo invisible más profundo y significativo entre ellos. El propio Lindbergh que falleció en 2019 a los 74 años, lo resumió con una de sus frases más célebres: "La responsabilidad de los fotógrafos debería ser liberar a las mujeres y a todo el mundo, del terror de la juventud y la perfección". En parecidos términos lo expresó Alaïa, que murió en 2017 con 82 años, en un enunciado que aparece recogido en la muestra: "Siempre he querido que las mujeres fueran libres. Espero que mis vestidos les den esa ligereza. El mayor cumplido es cuando se miran a sí mismas y me dicen: "Me siento libre"...

Su unión quedará como testimonio de la estética y filosofía de los años ochenta...Aunque es perfectamente reconocible , la ropa de Alaïa siempre deja espacio para mostrar la personalidad de quien la lleva. "Me gustan las mujeres. Nunca pienso en hacer algo nuevo o en ser creativo, sino en hacer ropa que haga que las mujeres se sientan guapas", asegura en otra cita que forma parte de la publicación Azzedine Alaïa. Peter Lindbergh. Ninguno brilló tanto en su propio oficio como cuando se cruzó con el otro...

Eugenia de la Torriente. El País Semanal, 15 de mayo de 2021

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